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Yucatán

Los olores y sabores del Hanal Pixán llenan el mercado de Tizimín

El mercado municipal de Tizimín se atiborra de multicolores y olores que nos hacen revivir estas icónicas fechas donde recordamos a nuestros fieles difuntos.
La hoja de plátano no puede faltar para envolver los sabrosos 'pibes'
La hoja de plátano no puede faltar para envolver los sabrosos 'pibes'

Los aromas propios de la época de finados se hacen presentes y se conjugan en el mercado municipal, donde los locatarios están bien abastecidos para cubrir la demanda de productos que la gente solicita en esta temporada y conmemorar a sus fieles difuntos; el costo promedio de un altar del Día de Muertos en los hogares tizimileños, por más austero y con algunos de los elementos más representativos, asciende a más de mil pesos.

La gente ya empieza a demandar los ingredientes para elaborar los tradicionales alimentos que se acostumbran ofrendar en los altares a los fieles difuntos.

Por fortuna se mantienen estables los precios de los productos, pese al daño que causaron los recientes fenómenos meteorológicos en el campo yucateco.

El kilo de pollo fresco recién beneficiado se puede adquirir entre 52 y 55 el kilo, la de pechuga con hueso a 55 pesos, piernas a 48 pesos y filete a 100 pesos, compartió Fidel Bobadilla, carnicero del centro de abasto.

Algunas personas en sus hogares, como Martha Barrera, acostumbran vender jícaras entre 12 a 15 pesos.

En el mercado municipal, con los productores de Samaria, se ofrece el chile habanero entre 50 y 60 pesos el kilo, el atado de rábano a 10 pesos, cilantro desde cinco pesos el atado, chile x’katik y dulce a 60 pesos el kilo y calabazas a tres por 10 y a cinco pesos la pieza, aunque algunos de ellos como Jorge Luis Poot Puc señalan que esto es lo que se rescató, pero no descarta que los precios de estos productos suban, porque escasean por las lluvias y los vientos que arrasaron con la siembra.

La naranja dulce, mandarina y toronja se ofertan a 10 pesos el kilogramo, las velas de colores desde 5 pesos y velas de cera a 13 pesos.

El tomate saladet se cotiza a 21 pesos el kilogramo, mientras que la cebolla blanca a 28 y la roja a 27 pesos.

Policarpo Cab Dzib y Margarita Maldonado Canché venden los dulces tradicionales, como de yuca, papaya y pepita, a 10 pesos, así como la calabaza melada entre los 15 y 30 pesos, de acuerdo a su tamaño, y las macetas de coloridas flores de cempasúchil a 40 pesos.

De 13 a 20 pesos se puede adquirir el atado de espelón, así como bolsitas de éste ya pelado, la hoja de plátano entre 15 y 20 pesos, tan útil para elaborar los pibes.

María Isabel Ku vende velas de cera y de colores, aprovechó compartir la creencia de que éstas, además de alumbrar el camino de las ánimas en su retorno al mundo, si se derriten sobre el mantel del altar revelan que algún miembro de la familia está próximo a morir.

Por su parte, José Isaac Alcocer Navarrete es carnicero y mencionó que la situación para los abastecedores no es del todo favorable, ya que pese a estar cerca de la celebración de los muertos, a duras penas logra comercializar un cochino de dos a tres días; el kilo de carne de cerdo está en 88 pesos y el de la manteca entre 40 y 50 pesos.

Dentro de la lista de productos que se requieren está el kilo de masa que tiene un costo de 12 pesos, el ramito de flores de la región a 10 pesos, al igual que la bolsa de chaya, menciona Fidelia Uh Canché, ventera.

Santiago Dzul Chan y Francisca Chan Uh comentaron que está respondiendo la gente, pues pese a la crisis económica están acudiendo a comprar las ofrendas para el altar, aunque éstas se reduzcan un poco en cantidad comparado con otros años, pero cumplirán para ofrecerles a sus difuntos lo mejor de ellos.

Esperan que conforme se acerque el Día de Muertos sus ventas aumenten.

Es importante mencionar que el costo de los altares se incrementa principalmente por el guiso que se le ofrece a las ánimas, lo menos que se puede gastar son 300 pesos por muy pobre y mínimo que sea, como el pollo en escabeche o relleno negro, aunado a los pibes como el mucbilpollo y el bulihua, cuyos precio va de entre 250 y 500 pesos, además de los típicos chachacuajes horneados con valor de 15 y 20 pesos.

Según relatos y las propias tradiciones del pueblo, en cada altar dedicado a los fieles difuntos los días 31 de octubre y 1 y 2 de noviembre, las ánimas regresan del purgatorio para visitar el mundo terrenal, por lo cual se les ofrece estos productos a manera de bienvenida para que se alimenten y sean recordados por sus familiares.

Por Luis Manuel Pech Sánchez

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