Personal del Centro de Salud exhortó a que por las condiciones climáticas y por la contaminación derivada de los remanentes del Huracán Delta en las viviendas de Tizimín se ejerza un estricto aseo de la casa e higiene personal para evitar contraer enfermedades.
En cuanto al agua para consumo humano, la directora del Centro de Salud, Alicia Rubio Velázquez, externó que si la recolectaron de la llave se encarguen de clorarla o hervirla por 20 minutos, dejarla reposar y enfriar para que no ponga en riesgo la salud.
Además de indicar que, en la medida de lo posible, se evite que los niños se mojen los pies y que jueguen el agua como muchos están acostumbrados a hacerlo, sobre todo ahora que hay varias zonas inundadas, también recomendó abrigarse.
El promotor del Centro de Salud, Alfredo Couoh Kuyoc, exhortó a las personas a que estén pendientes del viento, de la lluvia, en el aseo, en el alimento y en el cuidado del hogar para prevenir enfermedades y sobre todo evitar exponerse a cambios drásticos de temperatura.
Pidió que la gente separe la basura orgánica de la inorgánica, al igual las baterías, para minimizar el peligro a algún padecimiento, ya que si los desechos se revuelven generan más insectos, microbios y bacterias que pueden perjudicar a la salud.
Pidió extremar cuidados con los cristales que se hubiesen roto por el paso del ciclón.
Rubio Velázquez mencionó que esta etapa en que proliferan las enfermedades respiratorias es muy importante contar con un medicamento para controlar la temperatura, tales como paracetamol, ibuprofeno o diclofenaco, beber mucha agua, miel, limón y comer ajo en la comida, lo cual refuerza el sistema inmunológico.
Enfatizó que, en caso de contraer fiebre y estar incomunicados o lejos de una unidad de salud, bañen al paciente con agua tibia evitando cambios bruscos de temperatura, con tela húmeda sobre la cabeza, debajo de las axilas o en el abdomen.
Couoh Kuyoc puntualizó especial importancia en el lavado de manos y la higiene en el consumo de alimentos, sugiriendo que éstos no sean perecederos y que de preferencia sean enlatados y embolsados para evitar intoxicaciones alimentarias.
Por Luis Manuel Pech Sánchez