Luego de darse a conocer a través de diversos medios el caso de Don Pedro Pech, un humilde septuagenario que de sol a sol se dedica a la venta de algunos productos del campo en las calles aledañas al restaurant del Cenote Zací, personas de noble corazón se acercaron a él para ofrecerle ayuda.
Algunos después de entrevistarse con el abuelito y saber que éste viaja prácticamente a diario hasta la cabecera municipal y que muchas veces con las ventas no saca el dinero ni para el pasaje de regreso a su comunidad, decidieron visitarlo en su domicilio, ubicado en la vecina comisaría de Popolá, para apoyarlo con productos alimenticios.
En su humilde vivienda, explicó que ahora con los días lluviosos la venta es casi nula, pero no tiene más remedio que seguir haciéndolo puesto que de ello depende el sostenimiento de su pequeña familia, conformada por su esposa Severiana Ucán.
Mencionó que en la preparación de su “venta” lo ayudan precisamente su esposa y su nieta y se ve obligado a realizar el viaje diario hasta la cabecera municipal, para conseguir unos cuantos pesos, pues “viven al día” y en Popolá las oportunidades son mucho más escasas.
Las personas que visitaron a Don Pedro y se percataron de la precaria situación en la que vive el adulto de la tercera edad, invitaron a gente de buen corazón a apoyarlo de manera solidaria, donando productos que pudieran servirle para su alimentación, o comprándole algún producto del campo cuando sea observado por las calles de Valladolid.
Por Alfredo Osorio Aguilar