Habitantes de comisarías de Mérida como Xcunyá, Komchén y Noc Ac, luego del temporal, se encuentran invirtiendo miles de pesos para dejar en buenas condiciones sus hogares, muchas de sus pertenencias se perdieron, pero saben que sólo con esfuerzo podrán salir adelante. Si bien invirtieron para mitigar los efectos negativos de la acumulación de agua, que estuvo estancada más de 40 días, se preparan para enfrentar situaciones similares en el futuro.
En un recorrido de POR ESTO! por diferentes comisarías del Norte de la capital yucateca, pudo observar a sus habitantes trabajar en acciones para poner en mejores condiciones sus hogares, los cuales estuvieron bajo el agua por más de un mes y las afectaciones en los inmuebles son de mucho impacto.
El nivel del agua en las distintas comisarías del Norte meridano poco a poco va cediendo, las calles en su mayoría ya no lucen inundadas; esto ha echado luces a otras situaciones como el número de baches que se encuentran en diferentes vías de estas comunidades. Eso sí, los patios de algunas casas continúan anegados.
Después de la tormenta vino la inversión
Habitantes de la comisaría de Xcunyá empezaron su suplicio desde junio, cuando la Tormenta Tropical Cristóbal impactó a la entidad, dejando a su paso una importante cantidad de lluvias que, como hemos informado, derivó en la inundación de gran parte de la comunidad, tuvieron en tal sentido que aprender a vivir con el agua estancada.
Luego de poco más de un mes viviendo en las mencionadas condiciones, los pobladores ven cómo de manera paulatina el agua está bajando. Se apoyó para tal fin con pipas que se encuentran incluso hoy en día drenando el agua de esta localidad. De acuerdo con pobladores y personal que se encuentra laborando en la comisaría, diariamente se realizan unos 40 viajes, es decir, se desalojan unos 800 mil litros de agua.
Con el interior de la mayoría de las casas ya secas, los pobladores ya pueden ver los daños y han decidido invertir en adecuaciones y reparaciones, así como pequeñas barreras de contención, centímetros antes de los accesos principales, a fin de que en futuras lluvias no entre el agua a sus hogares.
La señora Rosa Moo, habitante de la comisaría de Xcunyá, más de un mes se la pasó con sus familiares desalojando agua del interior de su casa hacia la calle.
Son unos 5 mil pesos los que ha tenido que desembolsar a raíz de las complicaciones que dejaron a su paso los fenómenos meteorológicos que impactaron a la entidad.
“Tuvimos que subir el nivel de dos cuartos para que no entrara el agua, también parte del comedor aumentó el nivel, pusimos además barreras en las puertas para que deje de pasar la inundación”, indicó.
Doña Rosa explicó que, pese a que ya no hay agua en el interior del domicilio, aún no pueden regresar sus padres, que son adultos mayores, debido a la cantidad de humedad y a que el baño no es funcional, ya que al rebosar el manto freático el agua emergió de la sifa y del inodoro.
José Armando Chablé compartió que, luego de mucho tiempo, el agua ya no está dentro de la casa, pero el patio sigue anegado, en algunas partes rebasa el metro de altura, por lo que algunos árboles frutales con los que contaba ya murieron y es probable que muchos otros no logren sobrevivir a la inundación.
“Sólo por poner las barreras y subir los niveles del piso ya nos llevó unos 5 mil pesos, pero no podemos hacer mucho, tenemos que esperar que se vaya toda el agua, estamos ayudando a que se vaya con una bomba”, externó.
En contraste, su hermano Roberto Chablé, quien vive en el domicilio contiguo, aún tiene agua en el interior de su hogar, los muebles han sido colocados arriba de bloques y bovedillas para evitar que se echen a perder, sin embargo, los daños han sido inevitables, ropa, muebles y electrodomésticos no sobrevivieron el temporal.
Lamentó las circunstancias que se están viviendo en la comunidad, sin embargo, expuso que con las inclemencias del tiempo poco se puede hacer. Apuntó que está pendiente de su domicilio, ya que por el momento no vive ahí, se mudó con la familia de su esposa mientras desciende el agua.
“Estoy dando vueltas seguido, van dos veces que quieren meterse a robar lo poco que tengo, por eso no puedo descuidarme”, aseveró. Hizo un llamado para que las autoridades lo apoyen, pues a diferencia de la mayoría de sus vecinos su vivienda aún está inundada.
Reinicio
Marco Sánchez, quien vive en la calle principal de la comisaría meridana de Komchén, las lluvias y las inundaciones no le han dado tregua desde junio pasado, cuando Cristóbal impactó esta localidad ubicada al Norte de Mérida. Dijo que muy pocos muebles y electrodomésticos se salvaron de la inundación. Sostuvo que perdió estantes de madera y su refrigerador está inservible.
A fin de evitar situaciones similares en un futuro, decidió rellenar el frente de su propiedad, un amplio espacio enclavado en la calle principal de Komchén. Sólo en 30 viajes de escombro y tierra ha invertido alrededor de 45 mil pesos, más las pertenencias que perdió, así como las estructuras de la casa que habrá que reemplazar por el daño, estimó que terminará de invertir unos 250 mil pesos para dejar su domicilio como estaba antes de las intensas precipitaciones, más las adecuaciones que servirán como barreras de contención para potenciales inundaciones.
“Estamos pensando que las inundaciones van a ser más recurrentes, entonces mejor nos preparamos”, indicó.
Recordó que estuvieron bajo el agua poco más de un mes, al igual que los pobladores de Xcunyá y, como ellos, perdieron una parte de su patrimonio. Externó que pudo ser peor, ya que el inmueble fue construido poco más alto que los demás que se encuentran en esta zona.
Embutirán terrenos
De igual forma, en Noc Ac han iniciado algunas labores de intervención luego que la comisaría también se inundara, en diferentes puntos se pueden observar montículos de piedra y escombro que serán utilizados en las casas más afectadas para embutirlas y evitar futuras desavenencias.
Rosario Chan explicó que parte del material será utilizado para intervenir sus casas, ellos lo pagaron, otro tanto fue un apoyo de las autoridades municipales, comentó que este tipo de acciones se realizarán en los domicilios más afectados.
Enrique Ku recordó que las inundaciones fueron intensas, pero afortunadamente pararon a metros de su hogar, sin embargo, lo que sí sufrió fue la “visita” de fauna poco común, como una serpiente que el agua trajo consigo, se trató de una “ecuné” que se alojó en su vivienda, tuvo que con matarla con un machete, ya que temía por la integridad de su familia.
Los pobladores de las comisarías del Norte de Mérida ya actúan ante futuros embates del temporal, dicen que si bien ha llegado poco a poco la ayuda, aún falta para estar bien y en sus casas, esperan que las consecuencias por las lluvias pronto pasen, pero ya están preparándose ante la posibilidad de que estas circunstancias se repitan.
Por Guillermo Castillo