“Que hagan lo que tengan que hacer, ya estamos fastidiados de vivir respirando polvo o pisando lodo, con riesgo de caernos y lastimarnos alguna parte del cuerpo, sobre todo para los adultos mayores como yo”, comentó Miguel García, de 80 años, vecino de la calle 29, por 70 y 72 centro, cuya calle lleva el récord de dos meses en reparación.
“La caliza o el material pétreo que echan para rellenar esta calle, al caer la lluvia forma charcos, éstos mojan y resecan las llantas de los vehículos particulares estacionados en los predios, con riesgo de que se cuarteen o se rajen”, expuso.
“Es como un tipo sascab que con la lluvia se vuelve muy pegajoso y resbaloso, inclusive ha provocado que se resbale la gente, sobre todo adulta mayor como yo”, reiteró.
“Las intenciones siempre han sido buenas, lo que está perjudicando es la tardanza, ya hasta los trabajadores se han portado muy amables, en el caso que nos avisan para que quitemos los vehículos antes de que pase la maquinaria”, dijo.
“Así que lo que tengan que hacer, que se haga, pero ya, para que ya no vivamos entre lodo o respirando polvo todo el día”, terminó.
Por su parte, Rita Amalfi de Quej, de 67 años, junto con su hijo Víctor Quej Amalfi, recalcó que ayer se empezó a mover la maquinaria en la mañana y se dedicaron a nivelar y emparejar la calle, rellenando la cantidad exagerada de huecos que ya existía.
“Lo que urge de inmediato es que se coloque la primera parte de la capa asfáltica, que es la que evita que se levante el polvo cuando se seca el lodo, tal como sucedió en el mercado municipal. Poco después de las 15:00 horas de anteayer se tuvo que suspender los trabajos por las fuertes lluvias”, prosiguió.
“Hoy en la mañana no se hizo nada, teniendo como argumento que todo está húmedo. Se dedicaron a echar más agua y esto formó más lodo en las banquetas y lo que veo mal es que siguen rompiendo calles en otros lados, sin que terminen lo que empezaron. No estamos pidiendo nada del otro mundo, tener vías de comunicación en excelentes condiciones es un derecho de la población, realmente no debieron romper esta calle que estaba todavía en buenas condiciones”, afirmó.
“Lo que sí damos a conocer es la mala calidad de las obras, retiraron una carpeta de 20 centímetros de grosor y le van a poner una capa de asfalto de una pulgada de espesor o sea 2.5 centímetros, esto no durará mucho debido a que esta es una arteria muy transitada de día y noche”, declararon las vecinas Leana Villanueva y Carmita Domínguez Riveroll.
Por Alfredo Canto May