La parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe no cerrará sus puertas durante los festejos guadalupanos, así lo que dio a conocer el párroco Fermín Rigoberto Nah Chí, quien explicó que cada Estado se mueve con su propio semáforo y disposiciones, señalando que la Arquidiócesis de Yucatán no ha emitido comunicado alguno que indique que se deberán cerrar las puertas de este templo.
Lo anterior derivado de una notificación del Gobierno de México que indica que la Basílica de Guadalupe permanecerá cerrada del 10 al 13 de diciembre para evitar que las cadenas de contagio del COVID-19 se multipliquen, a sabiendas de que es un punto de concentración masivo para estas fiestas Guadalupanas.
Como se recordará, en Tizimín los festejos en honor a la Morenita del Tepeyac se desarrollan año con año en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe que recibe a cientos de antorchistas que vienen a cumplir su manda de fe, aunque ahora el sacerdote exhortó a que éstos no salgan a correr hacia sus destinos guadalupanos, exponiéndose a contraer la enfermedad o propagarla.
La caracterizan sus peregrinaciones multitudinarias que parten del centro de la ciudad hasta llegar al santuario, enmarcadas por la presencia de los diferentes sectores laborales y sociales del municipio; sin embargo éstas también fueron suspendidas como medida preventiva derivada de la contingencia.
El párroco pidió a la población que tengan muy presente que cada Arquidiócesis se rige por sus propios criterios y acorde a la situación de impacto de la pandemia en su entorno deciden si dan un paso o no, por lo que indicó que no se deben confundir con las noticias que se emitan a nivel nacional.
Puntualizó que es comprensible que se cierre la Basílica porque recibe a millones de peregrinos y sería muy riesgoso exponerse a la propagación de contagios masivos, compartiendo que sucede lo contrario en esta parroquia, donde se recibirá un número limitado de personas apegándose a estrictos protocolos sanitarios desde su ingreso al templo.
Recordó que en lugar de las peregrinaciones del 27 de noviembre al 12 de diciembre se realizará un rosario a las 7 de la noche y la misa a las 7:30 PM, que el punto de reunión será directamente en la parroquia de Guadalupe participando únicamente 40 personas que sean representantes de los centros pastorales (10 por cada uno y participando 4 centros pastorales al día).
La veneración a la Virgen de Guadalupe será del 9 al 12 de diciembre durante el día, exponiendo la sagrada imagen en el atrio del templo para su veneración pública, la misa solemne será el viernes 11 de diciembre a las 10 de la noche para luego efectuar la serenata hasta la 1 de la madrugada, con cantantes registrados en la oficina parroquial y con un orden de interpretación, cerrando los festejos el 12 de diciembre con las mañanitas a las 6 horas, el rosario a las 6:30, una misa a las 7:30 de la mañana, misa de colegios a las 10 AM y la misa comunitaria a las 7:30 de la noche.
Destacó que en cada misa a lo máximo la presenciarán 60 personas dentro de la iglesia y 80 en la cancha por las noches, durante el día solamente 30 en dicho espacio porque ya no cuenta con mallasombra; puntualizó que la devoción tiene que manifestarse en la obediencia para el cuidado de la salud.
Conscientes de que no deben exponerse al riesgo de contraer el coronavirus y a raíz de que se suspendieron las peregrinaciones, las familias festejarán desde casa a la Morenita del Tepeyac, tal como expuso Marlene Sánchez Pinto, externando que “con la nueva normalidad hay que vivir la devoción desde el hogar y no contribuir al riesgo de propagación de cadenas de contagios”, lo anterior lo expuso mientras colocaba un altarcito a las afueras de su vivienda como signo del inicio de los festejos Guadalupanos.
María Merlinda Poot Ucán dijo estar triste porque estaba acostumbrada a acudir a las peregrinaciones que no se realizarán este año, reveló que en familia harán algunos rezos en casa y que se siente impotente por tantas consecuencias como ésta que ha dejado la pandemia, pero sabe que debemos cuidarnos para salir pronto de esta contingencia.
Luis Rey Yam y su esposa María Amparo Tuz Ac enfatizaron que es una oportunidad que Dios nos da para vivir nuestra propia fe en familia hacia la Virgen María, recalcando que lo importante es lo que llevas en el corazón y en la mente, aunque también manifestó que al no haber la presencia de gente se resentirá la nostalgia de los acostumbrados festejos.
Mientras que Dora María Uh Canul, su esposo José Hernán Cano Yam y sus hijos Hernán Guadalupe y Dora Isabel Cano Uh colocaron un pequeño altarcito de papel donde emitirán sus plegarias y oraciones a la Virgen, expusieron que los niños son los que extrañarán más las peregrinaciones; lamentan que todas las actividades importantes se harán de manera virtual, pues no será lo mismo, compartieron que se encomendarán a diario a la Virgen rezando, recomendando que la mejor forma de celebrarla desde casa es haciendo compromisos de fe para ser mejores personas.
Mientras que Severiana Cuxim Chan puntualizó que no hay que perder la fe y pese a que se resentirá la tristeza por el cambio drástico de los festejos, dijo que “debemos encomendarnos y orar mucho para que acabe pronto la pandemia para que vengan tiempos mejores”.
Por Luis Manuel Pech Sánchez