Alma Castro es una habitante de Homún que administra un cenote que se encuentra en el patio de su domicilio, a unos metros de uno de los cuerpos de agua más conocidos de su localidad, Tza Ujun Kat, busca ser visibilizada, ya que considera que la han hecho a un lado, se trata de una joya poco conocida y promocionada en la entrada del municipio.
Pool Uinic es un atractivo escondido, poco popular entre los cenotes de Homún, y es que no le faltan belleza ni infraestructura, sino visibilidad entre los visitantes. Alma Castro indica que fue hace 5 años que este cuerpo de agua se empezó a dar a conocer de manera turística y compartió que el camino no es ni ha sido sencillo.
El cenote Pool Uinic se encuentra a unos metros del Tza Ujun Kat y comparte terrenos colindantes con el Colegio de Bachilleres de Estado de Yucatán (Cobay) Plantel Homún, cuenta con accesos, un sitio para descansar, sillas para tomar un refrigerio y unas escaleras que conducen al cuerpo de agua, estalactitas y estalagmitas adornan la bóveda principal.
Pese a la belleza del cenote, a la señora Alma le ha sido complicado posicionarse en el gusto de los visitantes, no cuenta con el recurso económico para invertir en suntuosas infraestructuras, el lugar está cuidado y conserva la forma original.
“Los abuelos y luego mis papás usaban el cenote, sólo que no lo administraban para los visitantes, ellos sacaban el agua para los sembrados, para las hortalizas, para tomar, para los animales”, recordó.
Doña Alma señaló que a su hermano le nació la idea de convertir este espacio en un atractivo turístico allá por el año 2000, con mucho esfuerzo comenzó las exploraciones y luego las gestiones para convertirlo en un destino turístico.
Lo primero fue intervenir y hacer una entrada, al principio usaba una escalera muy larga. Hacia abajo, en donde está el cuerpo de agua principal, hay unos 15 metros. Le dieron forma, ya había un lugar abajo en donde estar sin ningún inconveniente.
Relató que desafortunadamente tuvo algunos inconvenientes, personas desconocidas le robaban sus cosas, lo que ya habían construido. Fue hasta 2015 cuando el lugar tomó la forma que actualmente tiene, pero no cesaron los incidentes: focos rotos, bancas dañadas, entre otros hechos.
Expuso que lo anterior no fue lo más duro para ella, sino la muerte de su hermano, que inició este proyecto y que hoy ya no está y lo extraña. Una vez pasado el duelo, con su esposo y su familia continuó con el proyecto.
Su deseo es que el cenote Pool Uinic tenga presencia en Homún como lo tienen otros que están en las inmediaciones del municipio. Sin embargo, considera que está poco promocionado. Criticó que personas se le han acercado con el fin de dar a conocer este destino turístico, pero todos quieren prácticamente lo mismo, dinero a cambio de publicidad, cuando ella no tiene por el momento el recurso suficiente para este fin.
Doña Alma no se desanima, es emprendedora. En la entrada de su domicilio que es también la entrada del cenote, ha construido un espacio para vender productos de herbolaria maya, remedios para diferentes padecimientos. Ella se capacitó para elaborarlos. Su patio es en tal sentido un invernadero de plantas medicinales que cuida y riega con el agua del mismo cenote.
Por el momento y de manera similar a destinos parecidos, señala que poca gente acude, dice que muchas veces los mismos guías de turistas omiten este destino. Sin embargo, basta para los interesados acudir al municipio de Homún y llegar a la entrada de la localidad, dar con el Cobay y ahí en ese lugar darse un clavado en las entrañas y bellezas del inframundo maya, o lo que es lo mismo, en este cuerpo de agua.
Por Guillermo Castillo