El progreseño Pedro Augusto Cohuo mantiene la tradición de quemar cada diciembre el muñeco de “Año Viejo”, en esta ocasión el acto será muy significativo, pues para él representará alejar la mala racha económica y al COVID-19.
Según datos recabados, esta costumbre lleva cerca de 30 años que se inició en el estado. Se suele elaborar por los vecinos, quienes colaboraban con la ropa y con una aportación para las “bombitas” y cohetes para rellenar el “cuerpo”.
El porteño comentó que lleva 10 años realizando la llamada “quema del año viejo”, pues con sus propias manos costura y arma la figura para hacerlo arder y explotar en los primeros minutos del año nuevo.
“Cuando llega diciembre sacó toda la ropa vieja que ya no sirve para armar el monigote. Esta costumbre significa ahuyentar todo lo malo que dejó el presente año y recibir al próximo con luces; sin embargo, en esta ocasión el principal motivo será olvidar todo lo que nos trajo la pandemia y que nos vaya mejor en el 2021”.
A dos días de culminar el 2020, don Augusto de 74 años de edad no pierde la práctica y asegura que su propia familia y vecinos lo alientan para no abandonar la tradición.