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8 de Dec de 2020
2 min
Escrito por Redacción Por Esto!
De acuerdo con datos históricos, Chuminópolis es el primer fraccionamiento que se formó en Mérida, que a través del tiempo y por el crecimiento urbano, pasó a convertirse en una colonia.
Ubicada en la zona oriente de la ciudad y con más de 100 años de historia, como lo sustenta el libro ‘Mérida en los años veinte’, de Francisco D. Montejo Baqueiro, fue en un principio un espacio residencial de grandes hectáreas, cuyo propietario fue el señor José Domingo Sosa Escalante, hacendado reconocido de aquel entonces.
Una de las interrogantes que surgen cuando se escucha por primera vez el nombre de la colonia, es su significado.
Chuminópolis está formada por dos palabras, que de acuerdo a la tradición local “Chumín” es el sobrenombre dado a los domingos y “Polis” significa ciudad, lo que sería “Ciudad de los Domingos”, esto, a manera de resaltar a su legítimo dueño.
La colonia además de su longevidad destaca por las construcciones que han servido de referencia por muchos años. Cabe resaltar que algunas de ellas, con el pasar del tiempo, han desaparecido.
Hoy en día, recorriendo sus calles podemos encontrar las capillas con estilo gótico, como la de Nuestra Señora del Carmen o la Parroquia de San José, la cual se encuentra en el interior de la escuela María Monserrat. El bello toque arquitectónico de ambas, conjuga muy bien con el ambiente que despierta este ángulo de la ciudad.
En aquellos tiempos, la expansión en Mérida se daba a pasos agigantados, y ¿cómo no? la esencia de El Porfiriato se sentía más latente, ejemplo de ello lo podemos ver en la Quinta “El Olvido”, ubicada a un costado de la capilla de Nuestra Señora del Carmen. Toda la construcción en sí, detalla los elementos de la época.
Conforme Chuminópolis avanzaba, la sociedad y la cultura también se adaptaban a los cambios. El entretenimiento también lo hacía.
“El rey de los deportes”, el beisbol, ha marcado a la sociedad yucateca desde siempre.
A principios de los años 50, se construía el Parque “Carta Clara”, perteneciente a Arturo Ponce G. Cantón, importante gerente de una empresa cervecera, cuya área hoy en día se ubica a espaldas de una conocida plaza comercial.
El espacio engalanó múltiples partidos, e hizo brillar a grandes beisbolistas. Fue casa de los Leones de Yucatán y también fue escenario de emblemáticas luchas de box.
En 1981, los Leones se mudarían al Estadio Kukulcán, años más tarde se realizaron uno que otro evento. Actualmente es un espacio abandonado, y ligeramente se pueden observar restos de la construcción original.
En general, las primeras manzanas de la colonia aun emiten su autenticidad. Para propios y extraños, el simple hecho de caminar sus calles, te genera esa sensación como si atravesaras un túnel del tiempo, donde la historia, la calidez de la Mérida antigua, se perciben en cada paso.
Con información de Ricardo Alvarado
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