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Yucatán

Mágica aventura ofrece el Cenote Zací

Valladolid, Yucatán, 9 de febrero.- El misterio, el peligro y la belleza se conjugan en uno de los principales atractivos naturales y símbolo emblemático de esa ciudad, cual, en el trasfondo, cuenta una historia de amor.

El cenote Zací es un prodigio de la naturaleza y una enigmática y emocionante aventura por la magia que encierra en sus caprichosas formas pétreas y la leyenda que lo envuelve.

El cenote se encuentra a escasos metros del centro histórico de la ciudad, cuyas aguas tranquilas y bellas son ideales para disfrutar de un paseo maravilloso en compañía de toda la familia y apreciar a los clavadistas, que en época de vacaciones ofrecen al público visitante un espectáculo.

Una historia de amor

La historia se centra en un poblado llamado Zací, que significa “gavilán blanco”. Se cuenta que hace un tiempo existían dos familias que compartían el poderío del pueblo, los Cocom y los Cupules.

La gran curandera y hechicera (‘X-men’, en maya) del pueblo era la jefa de la familia de los Cocom, una anciana fuerte e influyente, quien tenía una nieta llamada Zac Nicté o “flor blanca”.

Por el otro lado, Halach Huinic –descendiente de la familia de los Cupules– tenían un hijo, el príncipe Hul Kin. Los dos adolescentes tuvieron una amistad que culminó en amor. El cacique, al darse cuenta de esta relación, tomo la decisión de enviar lejos al joven, hacia un poblado en el cual ya había pactado para que Hul Kin se casara con la princesa de ese lugar.

Zac Nicté se sentía triste y desolada al darse cuenta de que su amado príncipe había partido, por lo que perdió la alegría que la caracterizaba y el brillo en sus ojos ya no se veía más. Así que, sin saber qué más hacer, le confesó a su abuela que se encontraba embarazada de Hul Kin.

La abuela, que era la hechicera más poderosa del pueblo, le prometió que usaría todo su poder para traer de vuelta a su amado príncipe, pero él, estando en aquel poblado lejano, se había olvidado de ella gracias a la hermosura de su nueva pareja. Un día Zac Nicté supo de la boda de Hul Kin y tomó la decisión de atarse una piedra a su hermosa cabellera y arrojarse al fondo del cenote maya, hoy en día conocido como el cenote Zací.

Justo en ese instante, el príncipe sintió un enorme mal exactamente en el corazón, lo que lo llevó de vuelta a Zací, sólo para darse cuenta de que su querida había muerto. Preso del mal, Hul Kin se lanzó al cenote, dejándose ahogar para demostrarle a Zac Nicté su amor incondicional.

La hechicera, al notar este acto, dijo: “te he cumplido Zac Nicté, te he traído otra vez a tu amor”. De forma simultánea, arrojó una maldición al cenote, el cual cobraría la vida de algún joven para honrar el cariño de Zac Nicté y Hul Kin.

Con información de Víctor Ku

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