El comercio organizado considera que el programa “Mérida en Domingo” debe recuperar su intención original de cerrar las calles los domingos para que los yucatecos y los turistas paseen sin problema las calles del centro histórico y también para que los artesanos locales puedan exponer los productos que elaboran, lo que no sucede actualmente, dijo el presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de Mérida, Michel Salum Francis.
Señaló que actualmente “Mérida en Domingo” se ha convertido en un espacio lleno de puestos de fritangas y de comida chatarra que no cumplen con ninguna regulación ni condiciones de seguridad, como ocurrió en el Parque Eulogio Rosado, donde afortunadamente ya no están todo el día, sino sólo por las tardes.
Indicó que “Mérida en Domingo” se ha convertido en un basurero porque la gente que se ubica en la Plaza Grande no paga impuestos ni tiene ningún tipo de higiene, lo que afecta a los restaurantes y al comercio establecido, pues los ambulantes y “enganchadores” abordan a los visitantes para venderles cosas de dudosa procedencia.
Un cochinero
En la tarde-noche, cuando concluye el programa, las calles se convierten en un cochinero, especialmente la calle 60 entre la 63 y 61, que se llena de basura y de aceite quemado que deja la plaza principal apestosa, por lo que se tiene que estar lavando durante toda la semana.
En resumen, “Mérida en Domingo” no beneficia al comercio organizado y el turista que coma esas fritangas corre el riesgo de enfermarse y eso no es algo que abone realmente para poder mostrar lo bonito que es nuestro Centro Histórico y la oportunidad de presumir nuestra riqueza cultural y gastronómica.
La Bici-Ruta
Indicó que este es uno de los temas que siempre se ha platicado con el Ayuntamiento de Mérida y que sólo resta esperar que se pueda reorganizar y reordenar, “porque nosotros estamos de acuerdo con que la gente trabaje, pero que haya reglamentos y estándares de calidad, lineamientos de salubridad y de seguridad, dado que hay personas que utilizan tanques de gas natural en zonas donde hay niños corriendo o cruzando en bicicletas, ya que la Plaza Grande forma parte de la Bici-Ruta, que es un paseo agradable y familiar, pero que también requiere ser mejor organizado y mejor manejado, ya que podría causar mejor impacto turístico y todos los que hemos disfrutado esa ruta deseamos que tengan acceso a comida mejor preparada, de lo contrario, nos va a salir más caro el caldo que las albóndigas, concluyó.
(Víctor Lara Martínez)