TIZIMIN, Yucatán, 17 de febrero.- Alumnos, maestros y padres de familia de la Escuela “Francisco Alcalá Martín” se unen a “Somos el cambio”, mediante el proyecto titulado “Alimento mi cuerpo, mi alma y mi mente”.
Esta es una manera dinámica de enseñar a las nuevas generaciones el cuidado del medio ambiente. Los niños se manchan las manos con la tierra que tocan, palpan, sienten y a la vez conocen cómo germina una semilla, aprendizaje que queda en la mente de por vida.
El objetivo no sólo es recolectar los envases desechables que trasforman en depósitos para cultivar o realizar sus huertos orgánicos, sino que también conlleva a algo más altruista pues donan las tapitas al banco para la rehabilitación de niños diagnosticados con cáncer y parte de ellas serán canjeadas por juguetes para regalar a niños de bajos recursos en el mes de abril.
En este proyecto los niños desarrollan distintas habilidades como la redacción, ya que llevan un estricto control de la evolución del proyecto y de las plantitas.
Los pequeños de esta escuela, apoyados por maestros y padres de familia, tienen en mente realizar un techo de envases PET a fin de contar un poco de sombra, además dentro de las actividades fuera del aula pretenden seguir reforestando áreas para frenar el cambio climático.
(Efraín Valencia)