Ana María Ancona Teigell
“¿Qué clase de mundo es éste que
puede mandar máquinas a Marte
y no hace nada para detener el
asesinato de un ser humano?”
José Saramago
Era una niña de siete años, no se subió a un taxi, no salió de noche, no conocía a nadie por internet, no se escapó con nadie, no tenía novio, no vestía provocativamente, ella sólo estaba en el colegio donde iba a aprender y jugar con otros niños.
A los maestros y director del colegio de la pequeña hay que fincarles responsabilidades y meterlos a la cárcel porque: “¿Cómo es posible que si la mamá llega tarde a buscar a la niña, la dejen en la calle? ¿A quién se le ocurriría hacer una atrocidad de esa magnitud? Sabiendo el peligro que puede correr en la calle y, gracias a su negligencia, ocurrió lo que nunca debió ocurrir.
A Fátima Cecilia Aldrighett Atón la secuestraron, la mataron, abusaron de ella sexualmente, le quitaron sus órganos (aunque digan que no), ya lo confirmó su familia, la metieron a una bolsa y la tiraron como si fuera un objeto desechable en la alcaldía de Tláhuac. Estaba desnuda, con signos de tortura, quién es capaz de hacer algo tan aberrante e indigno, merece una muerte cruel, igual a la que le infringió a su víctima.
Las mujeres, madres, abuelas de México, no estamos molestas, estamos ¡furiosas!, ¡indignadas!, ¡iracundas! Por todos los feminicidas que las están matando. La barbarie, injusticia, corrupción e impunidad que imperan en nuestro país nos están arrebatando lo que más amamos, nos están quitando la paz y la tranquilidad cuando salimos a las calles, nos están encarcelando en nuestras casas y quitándonos la libertad de ir a cualquier parte.
Recordemos que la Lic. Ernestina Godoy Ramos, Fiscal General de Justicia de la Ciudad de México, junto con la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, se comprometieron con la familia de Abril Pérez Sagaón, quien fue asesinada el 25 de noviembre del 2019 de dos disparos en plena calle, a investigar, detener, encarcelar y enjuiciar al principal sospechoso (su ex esposo), a tres meses de su feminicidio, todavía no hay ningún detenido. Otro caso muy sonado, la masacre de la familia LeBaron ocurrido el cuatro de noviembre del 2019, donde murieron tres mujeres adultas y seis niños, otros seis resultaron con lesiones. Supuestamente fue el crimen organizado. No hay ningún detenido.
El 9 de febrero del 2020, el brutal feminicidio de Ingrid Escamilla, quien fue desollada por su pareja, enardeció a todo México. Las feministas salieron a las calles de la ciudad a protestar furiosas por esta muerte tan espantosa, cuyas imágenes denigrantes, lanzadas a las redes sociales por un medio sin escrúpulos, valores, moral y respeto a la dignidad humana, nos indignaron.
A ver si no sale libre su feminicida por la filtración de un video brutal que hicieron las autoridades que lo detuvieron al estarlo interrogando en el carro patrulla y las fotos que sacaron y que dieron la vuelta al mundo. Sería lo peor que nos pueda pasar, porque los jueces seguirían dejando libres a asesinos que pueden volver a matar.
Y ahora esta pequeña, Fátima, cuya vida truncaron vilmente y le robaron sus sueños y juegos infantiles, un futuro quizás lleno de proyectos y esperanzas, que se quedan con ella en la profundidad de la tierra que cobija su pequeño cuerpo y el dolor y sufrimiento de su familia que no encuentran consuelo y resignación.
Tanto la Lic. Ernestina Godoy como la Dra. Sheinbaum sólo hablan, prometen, revictimizan a la madre como lo hizo en la rueda de prensa que dio la Lic. Godoy, al decir que la madre tenía problemas mentales. Al escuchar esto los focos rojos se prenden y nos hacen pensar: ¿Cómo se atrevió?, no tenía ninguna base, ni estudio psiquiátrico para hacer una afirmación así. Además, ¿qué tiene que ver la supuesta discapacidad de la madre con lo que le hicieron a su hija?
Mujeres que nos representan y avergüenzan, por sus mentiras, su doble moral, porque sabemos que no tienen el perfil para estar en puestos tan importantes como los que ocupan y que no van a velar por la seguridad de las mujeres de México. Ya nos lo han demostrado.
En México mueren asesinadas diez mujeres al día y hay más de 90 homicidios en 24 horas. En el 2018 murieron asesinadas 3,752 mujeres y 1,463 menores de edad, cifras de la Red de los Derechos de la Infancia (REDIM). Diga lo que diga la Dra. Claudia Sheinbaum sobre Fátima de que es aberrante, doloroso, indignante, que alguien sea capaz de matar a una niña y que el crimen no va a quedar impune. En México ocho de cada diez delitos no reciben sentencia condenatoria. Esto nos demuestra la corrupción e impunidad del sistema de justicia que tenemos en todos los niveles.
Esto que está pasando nos alarma y preocupa a todas las mujeres del país porque tenemos hijas, nietas, que salen en las noches y ya no podemos vivir tranquilas ante esta ola de secuestros, desapariciones y muertas, que tiñen con su sangre la tierra de nuestro México doliente. Y escuchar a nuestro presidente decir: “Los delincuentes son seres humanos, merecen respeto.” Nos deja atónitas y desesperanzadas, mas no vencidas, porque seguiremos luchando por nuestras mujeres y niñas; porque quien no respeta la vida humana, no merece ningún respeto.