Yucatán

Roldán Peniche Barrera

Nosotros no conocimos los carnavales del siglo diecinueve ni tampoco los llamados “de oro” (“de oro” para los big-shots) de los primeros veinticinco años del siglo pasado.

Conocimos y participamos de los últimos de los años treinta y de todos los que siguieron hasta 1950 y de ellos podemos dar fe de la porqueriza en que se remojarían todos (o casi todos) enlodándose en algunos de los carnavales más prosaicos, sucios y groseros de que tengamos memoria.

El gran cambio

De los lujosos carros de los miembros de sociedades, como La Lonja, los ateneos y casinos, la sociedad había dado un resbalón de 180 grados convirtiéndose aquel interminable desfile de lujosos carros ornados hasta los topes, en una pesadilla de viejos y destartalados camiones de redilas con tristes y muertas palmeras llenas hasta los topes, cuyos ocupantes (sin querer difamar a nadie), ebrios y acaso un tanto marihuanos (eran los primeros marihuanos de quienes oímos y vimos en plenas fachas, muchos sucios y con los rostros congestionados gritando las más abyectas groserías que hubiéramos escuchado antes.

El equipo de acción

Como equipo de acción, los sucios carnavaleros cargaban con vejigas repletas de orines podridos, pixoyes, piedras y su acompañado lenguaje cargado de indecencias.

Un nuevo cambio

Pasaron algunos años. Hubo cambios gestionados por los ayuntamientos del momento y aquellas carnestolendas ofensivas mejoraron su aspecto y llegaron los hermosos carros alegóricos con sus reyes y reinas y demás personajes que existen hasta nuestros días.

Fraseado

I

“El castigo del embustero es no ser creído, aun cuando diga la verdad”.- Aristóteles

“La capacidad de percibir o pensar de manera diferente es más importante que el conocimiento adquirido”.- David Bohm

“Conocer el amor de los que amamos es el fuego que alimenta la vida”.- Pablo Neruda

“Ciencias es todo aquello sobre lo cual siempre cabe discusión”.- José Ortega y Gasset

“Haz de tu vida un sueño, y de tu sueño una realidad”.- Antoine de Saint-Exupery

“Se puede tener el poder y no pasar a la historia, se puede pasar a la historia sin tener poder”.- Porfirio Muñoz Ledo

“No es necesario decir todo lo que se piensa, lo que sí es necesario es pensar todo lo que se dice”.- Quino

“Habla para que yo te conozca”.- Sócrates

“Las oportunidades del hombre están limitadas sólo por la imaginación”.- Charles Kettering

“El mayor placer que conozco es hacer sigilosamente una buena acción y dejar que se descubra por accidente”.- Charles Lamb

Mtro. Víctor Manuel Lara Durán