Yucatán

Luis Carlos Coto Mederos

1509

Mujer

Mujer, que subes erguida

hasta el último escalón

y haces que tu corazón

se multiplique en la vida.

Que vas sanando una herida

de tantos años de historia,

y guardando en la memoria

de tus pródigas entrañas,

el curso de las hazañas

sobre páginas de gloria.

Andrés Sánchez Díaz

1510

Guitarra en gris sostenido

(fragmento)

un canto de muerte fuera.

Nicolás Guillén

Guitarra, quién me dijera

que el sábado en su portal,

mi canto dulce y viral

un canto de muerte fuera.

De tanto esperar, la espera

tuvo filo de puñal,

primera vez que el metal

de la noche duele tanto,

¿ay?, cómo me supo a llanto

mi canto dulce y vital.

Renaces de cada olvido,

soledad sorda y temprana

pero volverás mañana

como si te hubieras ido.

Vienes y aunque no has venido,

huyes y tu huida es vana,

regresas y la semana

muere de lo que me das,

saltas de mi ser, te vas,

pero volverás mañana.

Fernando García García

1511

No llegas, el tiempo llama

No llegas, el tiempo llama,

insoportable la espera;

un ruido, no hay nadie afuera,

voy del asiento a la cama.

Quietud, silencio, la trama

de un sueño escrito a mi orilla;

vienes, te vas, qué amarilla

cae la luz y no te toco:

¿empieza a nacer un loco?

¿se engendra una pesadilla?

Al fin te encuentro callada,

me llagas, entro a tu piel;

sabe a cerezas, a miel,

huele a perfume, la almohada

suple tu cuerpo, qué helada

está tu boca, el calor

pasa por el corredor…

llegas, sacas a tu dueño

de la mentira del sueño

a la verdad del amor.

Sergio Lima

1512

Laberinto

(fragmento)

A Mayra Hernández Menéndez

Una cortina de penas

se va abriendo lentamente,

baja veloz un torrente

de sol por todas mis venas,

se detienen las serenas

garras de la soledad,

huye de mi tempestad

un olvido cabizbajo

y rauda, busca un atajo

para llegar, la verdad.

La razón busca un resquicio

donde anidar la cordura

y cava en cada hendidura

del alma. ¡Qué gran oficio

clausurar el precipicio

donde lancé mi blasón!

De nuevo zarpo. El galeón

surca apresurado el mar

donde yo pueda encontrar

un resquicio de razón.

Olga Lidia Pérez Rodríguez

1513

Contigo

Tu piel, erótica y loca,

tiene de pan y de flor,

la pruebo, y es el sabor

que más le gusta a mi boca.

Tu aliento en mi aliento choca,

cruje una nube en el cuarto,

hay llamas para mi esparto,

desamparo de un instante,

filo de luna menguante…

(Luego crezco y me reparto)

Gisela Rizo Rizo

1514

Noticia

Después de tragar tu amor

a sorbos, de madrugada

he de surgir abrazada

al zumo de tu sudor.

Luego un sueño luchador

dejaré que en mí se adentre,

y cuando el día me encuentre

envuelta en su luz crecida

sabré que tendré la vida

forcejeándome en el vientre.

Gisela Rizo Rizo

1515

La casa

(fragmento)

En su abstracta desnudez

la casa muele a deshora

tanto silencio. ¿Qué hora

pulsa la cuerda del pez?

¿En qué estación de niñez

echó a volar tus gorriones?

¿Dónde estos viejos sillones

volverán a ser un trance

para que el tiempo no alcance

a beberse mis ciclones?

José Lucas Rodríguez

1516

Ocaso

Se va lentamente el ave

a los palmares del alma,

rompiendo a sorbos la calma

tantea distancias. Suave

bate el viento, vuelo grave,

mudo abanico en la tarde,

al poniente la luz arde,

claridad sensible, fina,

llama de noche vecina.

¿Sombras? Magnífico alarde.

Gabriel Xenes Hernández

1517

Abuela

Una voz lejana, al fondo,

resuena en las oquedades

a la luz de levedades

que al oído calan hondo.

Yo la escucho y no respondo

porque al trasponer su vuelo

se desmorona el consuelo

de sentir rozar la sombra

en la palabra que nombra

al tiempo desde tu pelo.

Gabriel Xenes Hernández