Yucatán

Cientos de personas rindieron honores a Momo en X’Matkuil

El “Domingo de Bachata” del Carnaval de Mérida convocó a cientos de personas que tomaron rumbo a X’Matkuil para rendir honores a Momo, pero lo cierto es que el festejo dejó mucho que desear y lució desangelado.

A pesar de que el desfile estuvo frío, la gente sacó la casta, principalmente los del pueblo, los de las comparsas de las diferentes colonias, que con sus pasos y su alegría le pusieron algo de color y de sabor al desfile que empezó casi puntual a las 4 de la tarde y una hora y media después ya había terminado.

Fue un desfile en el que niños, niñas, adolescentes, adultos e incluso personas con alguna discapacidad se esforzaron porque, a pesar del sol que se dejaba sentir fuerte al principio del festejo, caminaban con todo vigor, bailaban, sonreían, con el maquillaje corriéndoseles por el rostro, con las piernas cansadas, con los disfraces deshaciéndose, pero ahí se mantenían.

Y detrás de ellos, el equipo de apoyo de cada grupo, siempre al pendiente de proveerlos de agua o de auxiliarlos con algún contratiempo.

El alcalde Renán Barrera Concha apareció prácticamente cuando ya se dejaba ver la punta del desfile. Lanzó algunas playeras verdes, saludó a unos cuantos y tomó su asiento junto a otros funcionarios de su administración y demás invitados, entre los que se dejaron ver la diputada Kathia Bolio Pinelo y el presidente municipal de Tekax, Diego Avila.

Cero atractivo visual

El primer contingente fue el de la Coca Cola, con edecanes al frente, algunas de las cuales posaron con el alcalde para una fotografía. Hubo otras más, aunque no muchas, contratadas por una casa de empeño y en algún carro alegórico, pero lo cierto es que los que fueron con la idea de pecar en el Carnaval, al menos con la mente, se quedaron con las ganas porque prácticamente no hubo atractivo visual.

Así, muchos varones que cada año se deleitan la pupila, ayer domingo se quedaron frustrados, además de que muchas esposas y novias dejaron de hacer corajes. Sin embargo, también hubo quejas de algunas damas porque tampoco hubo muchos modelos musculosos.

Muchas personas tardaron más en entrar al recinto ferial, buscar un lugar donde no pegara tanto el sol y una banca que no quemara tanto el trasero y pedir un par de cervezas, etc., que en ver la mayoría de los contingentes, comparsas y carros alegóricos, pues pasaron como una exhalación.

Sin pena ni gloria

Incluso las artistas invitadas causaron poco revuelo; ahí estaban, en sus respectivos carros alegóricos, Cinthia Urías e Irving Peña, quienes la verdad pasaron sin pena ni gloria e incluso hubo quien ni los conocía, como el reportero que esto escribe.

Como el tema del Carnaval es “Historias e historietas”, las comparsas trajeron al público diferentes personajes e historias famosas, como la del Libro de la Selva, Maléfica, el Pájaro Loco, el Gato Félix, Aladinn, Memín Pingüín, Popeye el Marino y muchos otros.

Pero como dijimos al principio, a pesar de haber sido un desfile de domingo desangelado, los que sacaron la casta y le pusieron color y sabor al desfile fueron las comparsas, que con todas sus dificultades, la falta de recursos y sus disfraces hechos a manos en muchos casos, dejaron todo en el derrotero.

Los de la colonia Mulsay, por ejemplo, salieron ataviados como todos los personajes de la película Maléfica; los de la Vicente Solís representaron a unas Criaturas Fantásticas y los de Ciudad Caucel, a los personajes de Alicia en el país de las maravillas.

Diversidad sexual

A diferencia de otros años, en esta ocasión hubo un carro alegórico de la diversidad y algunas personas de la comunidad LGBTI se hicieron presentes con alegría en las carnestolendas.

Desde luego no podía faltar el gran “Jacarandoso I”, quien como cada año puso alegría fastuosa al festejo. En su colosal vestido de color, esta vez, naranja con amarillos y morados, Marcelo Sanguinetti Briceño transitó por el derrotero; él es uno de los pocos referentes que quedan de esta fiesta.

Incluso el alcalde Barrera Concha salió de su asiento para saludarlo y rendirle una especie de tributo con la mano en el pecho para agradecerle su participación; luego se tomó una fotografía con él acompañado de su esposa Diana Castillo Laviada.

Polvo y sol

En esta ocasión, al menos después de un rato del desfile el sol cedió y se empezó a sentir cierta frescura que permitió que los presentes y las comparsas no sufrieran tanto por el extremo clima.

Los nublados ayudaron a que el sol no hiciera mella en los participantes, pero al parecer también fue un factor negativo para que la gente no llegara al festejo. Asimismo algunos mencionaron que tal vez mucha gente prefirió irse al Carnaval de Progreso, porque al menos allá se llenan de arena y de la brisa salada del mar y no de polvo y sol seco como eN X’Matkuil.

(David Rico)