Ana María Ancona Teigell
“Los niños son frágiles, son débiles, son ingenuos, se defienden como pueden”.
Anónimo.
Ante la pandemia descontrolada de feminicidios, secuestros y desapariciones que estamos viviendo en nuestro país de mujeres, adolescentes y niñas, lo mejor que podemos hacer como padres y abuelos, es enseñarles (sobre todo a los niños) a no irse, ni hablar con desconocidos. Si es parte de la familia, decírselo a los papás y ya ellos decidirán qué hacer.
No es cuestión de meterles miedo y que sean capaces de estar lejos del papá o la mamá si van a un parque o una fiesta, sino todo lo contrario, que aprendan a protegerse.
“La Psicóloga Nelly Hernández aconseja a los padres que el primer aspecto que se le debe enseñar a los pequeños es que en el mundo existen personas que no tienen buenas intenciones y que muchas veces buscan hacerles daño. Hay que aconsejarles, por lo tanto, que nunca se vayan con personas desconocidas, si éste ofrece juguetes o caramelos, ofrece ir a ver una mascota alejados del lugar donde están, un paseo con él o ella en un coche, comprarle un regalo, le pide un favor o que guarde un secreto”.
Uno de los aspectos más importantes es recordarle a un menor que, de cualquier lugar (escuela, curso, actividad, etc.) siempre será recogido por sus padres o algún familiar, por lo que debe ignorar a cualquier persona que le indique que sus padres le ordenaron recogerlo.
“En el caso de estar perdido en algún centro comercial, tienda o calle, deberá permanecer en el lugar y recurrir a Policías o trabajadores de los establecimientos cercanos. Para ello, es necesario conocer su nombre, apellidos, así como los de sus padres y algún teléfono para que puedan ser contactados; sin embargo, debe ser advertido de no dar sus datos personales a cualquier persona que le pregunte sin motivo aparente.
»Algo aconsejable es que inventen algún juego en el que logre aprender nombres de empleados, así si llega a extraviarse podrá recurrir con uno de estos trabajadores. Explicarles que no deben aceptar nada que les ofrezca una persona que no conocen, o bien, consultar primero a sus padres o algún familiar si pueden tomarlo.
»Otro punto que a veces resulta un tanto complicado de entender, es que no deben ocultar información, ni guardar secretos, algo que a los niños puede confundir debido a que muchas veces se les pide guardar ciertas sorpresas, por lo que hay que aclarar que este es el único secreto que está bien mantener.
»No forzar a dar besos, ni saludar a desconocidos o incluso familiares, muchas veces los pequeños se sienten incómodos al realizar esta acción por lo que, si se les obliga, creerán que cualquier persona tendrá derecho de acercarse y forzarlos a hacer lo mismo.
»Enseñarles que no deben responder a quien les sonríe, hable o haga gestos amigables, si un desconocido se acerca para hablarte, pero estableces tu distancia e interacción, el niño entenderá esto y tratará de imitarte.
»Nunca pongan el nombre de sus hijos en su mochila o playera, pues si un adulto desconocido se dirige a él por su nombre, creerá que lo conoce y le generará confianza acercarse a él”.
Toda esta información es muy valiosa y hay que tomarla en cuenta, ya que los niños entre los 4 y 5 años no entienden la palabra “extraño”, por lo tanto, hay que decirles que, si alguna persona desconocida se les acerca, ir con papá, mamá o la nana y preguntarles si pueden hablar con la persona.
Cuando salgas con ellos, si son muy pequeños (2 o 3 años), trata y vigila que estén a tu lado, tómalos de la mano y si se retiran un poco, no les quites la vista de encima. Sólo bastan unos segundos de desatención para que un hijo o hija desaparezca, mucho más en los centros comerciales y parques.
Si desde temprana edad comienzas a educarlos a no irse, ni hablar con desconocidos, les enseñas valores, los harás crecer emocionalmente, madurar y tendrán una base fuerte ante acontecimientos futuros, donde sepan discernir y reaccionar. También hay que decirles que si se pierden, hay personas con uniforme llamados Policías, y mostrarle quiénes son para que puedan identificarlos; mamás con otros niños que están jugando con ellos para acerarse y decirles que está perdido. Si un adulto se les acerca para pedirles ayuda, alejarse de ellos porque los adultos nunca les piden ayuda a los niños.
Algo muy importante que deben saber los padres es que no pueden sobreproteger a un hijo, porque los deja indefensos cuando salen al mundo exterior. Los niños deben poder ser ellos mismos, se les debe educar en el respeto y la solidaridad con el prójimo, pero también en la intuición y la precaución. El menor debe saber que si se siente en peligro debe gritar, correr, apartar a esa persona que le da miedo y buscar ayuda. Ante un hecho que le genera sospecha y le asusta, no debe cohibirse, ni pensar que hay que guardar la educación con un adulto, su protección es lo primero y estarán evitando un posible secuestro.