TIZIMIN, Yucatán, 24 de febrero.- Duerme en los corredores del Palacio Municipal y asegura que está solo en este mundo desde que falleció (hace cuatro años) su mamá; don Martín Kú, de 78 años, vive de la caridad de la gente.
Don Martín, apoyado con una escoba que utiliza de bastón, recorre con dificultad los primeros cuadros de la ciudad, donde pide a la gente unas monedas para comprar un poco de tortillas. Sus dos ojos están perdiendo la visión, lo que le ha traído múltiples problemas, entre ellos que sea atropellado por un camión que lo dejó mucho tiempo postrado en su hamaca, hasta que pudo recuperarse y levantarse.
“Prefiero pedir caridad que robar”, relató el septuagenario, quien se encontraba buscando a alguien que le regale un poco de comida; ya eran más de las tres de la tarde y aún estaba recorriendo las primeras calles de la ciudad, sin éxito alguno. Explicó que vive solo, asegurando que no tienen hijos pero sí una hermana en la colonia Adolfo López Mateos, hace cuatro años su madre falleció y tuvo que vender la casa donde vivían, por lo que quedó prácticamente en la calle, y fue hace poco que decidió ir a dormir en los bajos del Palacio.
Explicó que no quiere que lo lleven a la Casa de los Ancianos, “prefiero estar libre”, dijo. Se le hizo notar que en ese lugar recibiría atención, además de que tendría un techo, alimentos y amigos con quien platicar, sin embargo, dijo que prefiere deambular en la ciudad hasta que Dios lo llame.
“No soy un borrachito, hace unos días una personas me invitaron a su casa, pero tomaban mucho, lo mejor fue quitarme porque yo no tomo; además, qué va a pensar la gente cuando yo le pida dinero para que compre mis tortillas, van a pensar que lo voy a utilizar para comprar alcohol”, narró.
El abuelito mencionó que ya lleva varios meses durmiendo en los bajos del Palacio Municipal, en donde lo han tratado con respeto tanto la gente como los uniformados.
(Efraín Valencia)