Yucatán

PROGRESO, Yucatán, 26 de febrero.- Con la celebración de la misa del Miércoles de Ceniza, se inicia la Cuaresma, que es el tiempo en el cual la Iglesia Católica celebra la muerte y resurrección de Jesús, invitando a los feligreses a la conversión.

Esto lo indicó el Pbro. Germán Chan Cauich, vicario parroquial de la Purísima Concepción y de San José de este puerto, durante la celebración del Miércoles de Ceniza, donde exhortó a los feligreses a vivir la Cuaresma como un tiempo de gracia y no como una carga.

Decenas de feligreses de Progreso acudieron a la parroquia de la Purísima Concepción y de San José, a recibir la ceniza, como símbolo del inicio de la preparación cuaresmal, a fin de poder llegar de forma idónea a las celebraciones pascuales de Semana Santa.

El padre dio a conocer que la Cuaresma, no debe ser apreciada por los cristianos como una carga, tampoco vivirla como un tiempo de sacrificio, sino que debe ser redescubierta como un periodo de gracia, buscando una nueva forma de relacionarnos con el ayuno, la oración y la limosna.

Habló de las tres acciones vitales para vivir una Cuaresma adecuada, debido a que el ayuno no significa limitarse a evitar la comida, sino que debe ir más allá y ofrecerle a Dios una circunstancia de nuestra vida, en la que logremos frenar nuestras pasiones y verlo como un momento para saber qué soy capaz de hacer.

La oración, por consiguiente, debe ser una forma de estar cerca de Dios, relacionarme con él, y debe surgir espontáneamente para comprender su amor misericordioso.

Al hablar de la limosna, el vicario señaló que ésta debe significar más que solo desprenderse generosamente de cosas materiales, ofreciendo tiempo y esfuerzo en ayudar, visitar y atender a los más necesitados y enfermos.

De esta forma, al tener la ceniza se logra el signo de querer estar en una relación con Dios, para que los siguientes 40 días se pueda fundamentar nuestra fe cristiana y lograr la identidad a través de su misterio pascual, como le llamamos los católicos.

En esta celebración del Miércoles de Ceniza estuvieron niños, jóvenes, adultos y personas de la tercera edad; recibieron las cenizas en signo de su compromiso con el periodo de Cuaresma, a fin de prepararse para los hechos y festejos de Semana Santa.

A unos les dejaron caer las cenizas en el cabello y otros fueron marcados con la cruz en la frente, exhortándoles a creer y vivir el Evangelio.

(Julio Jiménez Mendoza)