Luis Carlos Coto Mederos
1387
Fuga
Abrego viento que toca
mi sien y raudo se va.
Quiero atrapar y no está
ese viento que te evoca.
Al irse besa una roca;
gime, se eleva, se apura
huyendo de la amargura
de una primavera ausente
que llegó, rozó mi frente
y se fue con su premura…
Rolando Rodríguez González
1388
La verdad en que fío
(fragmento)
La mañana se da franca
al tacto que la despierta
buscando su flor abierta
y el agua que no se estanca.
La luz se va haciendo blanca
sobre las frentes erguidas,
y arde el oro de la vida
en los serenos almendros:
verde fuego en que me acendro
para ver la anochecida.
Si alguien pregunta por mí
cuando yo no de más sombra,
sepa que el árbol me nombra
con el silencio en que oí
su voz; con la flor que vi
caer de su luz madura,
y con la recia ternura
de su estar a sol y a viento.
Y sepa que yo lo siento
crecer de mi huesa pura.
Emilio de Armas
1389
Su voz
Un niño lo vio: tembló
de pasión por los que gimen…
José Martí
Levanta su voz. Temprano
les pide a las mariposas
que no desposen las rosas
sin esperar el verano.
Toma un sol en cada mano,
alumbra la infértil hora
de la nostalgia, no ignora
la sorpresa de ser niño:
la vida, tan sólo aliño
en el umbral de la aurora.
Martín Domínguez
1390
Hojas grises
Hay afectos de tan delicada honestidad…*
José Martí
¡Cuánta metálica suerte
espera entre grises hojas!
Anidan siluetas rojas:
avecillas de la muerte.
La pluma parece inerte,
tinta que se atreve oscura.
En la brevedad murmura
la voz de sangre y papel,
los secretos de Manuel
truncados por la premura.
Martín Domínguez
*De la carta inconclusa a Manuel Mercado
1391
Ritual
Tejes urdimbres, tejías
tu clave, secreto signo,
misterio (¿Cómo designo
la sigla que ya leías?)
Círculo, aleph: existías
el oscuro instante, juego
audaz, presagio (¿hoy, luego?).
Ritual de magia y olvido
trasmutando lo perdido:
as bajo el signo del fuego.
Waldo González López
1392
Dador
A Darío Damián, hijo.
Continuarás tu sendero
que te llevará distante,
como el sueño de un instante:
el futuro en que te quiero.
Para ti quiero primero
la vida, hijo, la más plena,
esa intensa, aunque serena
fogata del esplendor:
como un Rey Midas, dador,
convierte en oro la pena.
Waldo González López
1393
A la muerte
Señora, blanca Señora,
la de faz como de bruma,
Señora, la de la espuma
de la mar, la de la aurora.
Señora, la de mi Hora
de la luz, en que confío.
Señora, la de mi río
oscuro, la de mi Abrazo,
dígame dónde, en qué paso
se unirá su Nombre al mío.
Virgilio López Lemus
1394
Milanés
Cómo será estar muy serio
comido por una angustia
que nos deja el alma mustia
como flor de cementerio.
Quién sabrá de ese improperio
que no se dice y se siente,
ese que vive rugiente
pero que nunca erupciona.
Saber todo en esa zona
que al fin te deja demente.
Osvaldo Navarro
1395
Navarro Luna
Como una luz en el techo
Navarro de Luna Llena,
es nuestra ignorada quena
que nos sobresalta el pecho.
Nadie partió tan derecho
contra el viajar de su pena.
Nadie reventó su vena
con un golpe tan rotundo:
nadie sembró tan profundo
bajo una lluvia de arena.
Osvaldo Navarro
1396
Transparencias
(fragmento)
Te transparentas. Diluyes
tu imagen sobre mis hombros
para colmarme de asombros
cuando en caricias me fluyes.
Vienes del recuerdo y huyes,
te alejas y la distancia
me deja tu resonancia
de cuerda tensa y aguda.
Bajo la lluvia, desnuda,
soy llanto, dolor. Soy ansia.
Mi sombra sigue tu huella
porque en tu luz se derrama;
desecha sobre la cama
se me adormece una estrella.
Tímida y vaga destella
–fosforescente latido–,
se sacude del olvido
y de hielos del invierno
para hacerse amor eterno
sobre mi cuerpo encendido.
María Mercedes Pérez Pérez