La temporada de huracanes comienza el 1 de junio y mi recomendación para ustedes es que siempre tengan un plan, que siempre estén preparados, además de escuchar a sus autoridades locales y escuchar a sus servicios meteorológico para estar informados y para que no haya pánico, dijo ayer Lixion Avila, especialista sénior del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NOAA).
Entrevistado en el marco del XV Seminario Internacional de Huracanes, que inició ayer en un salón del Hotel Fiesta Americana, el especialista con grado académico de Doctor en Meteorología y con una experiencia de 50 años en esa rama de investigación, remarcó que Yucatán puede tener un huracán en cualquier momento porque está en la zona propicia para estos fenómenos.
En este punto, amplió la explicación de por qué debe hacerse eso:
–A todo el mundo le gusta el agua caliente, a todo el mundo le gusta el trópico; bueno, Yucatán está en el trópico y en aguas calientes. Por eso Yucatán es una zona típica, primordial, para la presencia de huracanes.
Dijo también:
–Cada año se hace un pronóstico estacional en el mes de mayo en la NOAA de los Estados Unidos, pero es irrelevante; usted tiene que estar preparado para los huracanes, porque los pronósticos fallan. Siempre mi plática es el inicio de una jornada científica buena, entonces yo le hablo un poquito de esto, porque hay la idea de que los pronósticos son mejores y de que se ha mejorado, pero yo les traigo ejemplos de cuando los pronósticos no salieron tan buenos, y que siempre hay que estar con un poco de precaución cuando usted ve los pronósticos.
Cambio en la forma de detectar
No soy experto en cambio climático y, si no conozco de una cosa, cómo puedo hablar tanto ni le puedo decir cuántos huracanes va a haber el próximo año porque eso no lo sabemos. Pero en lo que ha habido un cambio es en la manera de detectar; por ejemplo, yo le explicaba, si antes yo tenía un satélite que me cubría una zona, ahora tenemos un satélite que cubre toda la zona, y si hay otra cosita se ve más y antes no la veíamos, el cambio es abismal, de tener un avión al día, a tener un avión constantemente. De no tener ningún modelo de computación numérica a tener muchos modelos de computación numérica. La tecnología ha avanzado muchísimo.
Antes hacíamos los pronósticos muy rudimentariamente, sin embargo, salían bien algunos de ellos.
Hoy en cambio nosotros tenemos un avión constantemente volando en el ojo del huracán, que nos va dando la información, y por eso conocemos los cambios de intensidad. Los avisos se renuevan cada 6 horas en que se ajusta con los nuevos datos.
Mayor rapidez –¿Cómo era antes, Dr. Lixion?
–Antes se usaban tecnologías que todavía se usan, pero con la rapidez que se hace ahora no lo podía hacer antes. Era un avión al día, no habían satélites, teníamos mucha información de barcos, más que ahora. ¿Por qué? Porque cuando no se sabía que había (un huracán), el barco nos avisaba, pero ahora el barco por satélite sabe que hay uno y se va, y no nos manda información. Por eso los satélites son los primeros que detectan los huracanes.
De los primeros huracanes yo recuerdo que no eran tan fuertes, tan intensos; uno que me recuerdo muy bien fue con “Andrew”, en 1992, al que le puse el nombre de huracán hace muchos años.
–¿De dónde salen los nombres que se usan para los huracanes?
–Yo utilizo la lista que existe, y utilizo la lista que ya está programada. La Organización Meteorológica Mundial hace la lista. Siempre están los mismos, está el alfabeto completo y se usa hasta donde llega. Hay algunos que ya se retiraron por lo fuertes que fueron, por ejemplo, Gilberto no se usa más, Wilma no se usa más.
Origen de su vocación
Lixion también contó cómo se despertó en él el deseo de estudiar los huracanes:
–El primero que recuerdo fue el huracán “Donald”, donde se despertó mi interés por estos fenómenos. Yo era un niño, nací en Cuba y vivía en la playa de la costa Norte de Cuba, y el oleaje y los barquitos en las rocas me impresionaron. Siempre me fascinaba ver el viento, la lluvia. Y eso me motivó. Quería ver un huracán y los campesinos que conocían los huracanes, las personas mayores, me decían: te vamos a amarrar a un árbol para que el viento te dé para que tú sepas lo que es un huracán. Era un niño, pero quería saber. Y mira, aprendí.
El primer vuelo
Por otra parte, en su exposición, el Dr. Lixion habló de la importancia que tiene la aviación en el estudio de los huracanes:
–El primer vuelo que se hizo a un avión caza huracán fue en el año 1943, fue cuando se empezaron a tener datos de dentro del ojo de un huracán.
Después vino Karla que fue el primer huracán que desde que nació hasta que penetró en costa de los Estados Unidos, estuvo constantemente investigado por aviones caza huracanes.
Hoy en día la tecnología ha cambiado, aquí tenemos ya los aviones más modernos, con los radares, que intervienen con tremenda capacidad de tener información y datos esenciales para poder hacer un pronóstico de huracanes.
Oficiales de la FAM en la NOAA
Y quiero decirles que, como ya se los expresé a los colegas de la Fuerza Aérea Mexicana, nosotros tenemos el privilegio de tener oficiales de la FAM en el Centro Nacional de Huracanes durante la temporada de huracanes. Ellos nos visitan pues van a trabajar, van a coordinar los vuelos caza-huracanes y están con nosotros un mes. Y quiero agradecer de nuevo a los colegas de la FAM por ese esfuerzo tan grande, porque gana todo mundo, gana México y ganamos nosotros, porque podemos hacer un buen pronóstico, y al mismo tiempo México gana porque aprende, y lo más importante es que salvamos vidas humanas -concluyó.
Con información de Roberto López Méndez
Por Redacción Por Esto!