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Yucatán

'Oler a rayos”: heder, apestar una persona o un objeto

Roldán Peniche Barrera

Desde pequeños escuchábamos en la escuela la frase “oler a rayos” por heder, apestar, despedir malos olores una persona, algún animal, basura o cualquier objeto que no haya sido limpiado correctamente.

Es un yucatequismo nato, así el autor haya escogido los rayos (de los cuales nunca hemos sentido ningún olor) como el sujeto de su frase que aún vieja, todavía la escuchamos en nuestras calles dicha por gente de buen olfato, o en el café o la cantina. Y la escucharemos en todo lugar donde alguien haya trasbocado (u obrado tal vez sin importarle el asco que esto refleja), o no haya tomado un baño en semanas.

Veamos un ejemplo:

Don Julián ha aparecido por el Moncho’s después de largas vacaciones.

Viene con la espada afilada dispuesto a desenmascarar a dos o tres pícaros que han “uishado” “uichado” en la puerta de su casa u otros a quienes disgusta echarse un regaderazo de vez en cuando y contaminan la atmósfera de la mesa de los sabios con hedor y eso no está dispuesto a tolerarlo.

-Señores sabios, uno de Uds. se ha tomado la libertad de mear por las noches a las puertas de mi hogar ahogando a los gusanos y ahogando mi fino olfato.

-Yo no fui -protesta el tío Pascual.

-No, tú no fuiste, Pascual, pero haces cosas peores pues ya sé que dices que el agua es sólo pa’ tomar y sólo algunos la beben. Y como le huyes al baño, ya “hueles a rayos” tal como huelen el Gasolina y el Barrigas que ya clausuraron los baños de sus casas. ¡Bola de cochinos!

Y D. Julián, dichas las verdades, abandonó el café sin probar el ídem.

La importancia de la literatura

Por Jorge Parra Zapata

Recientemente el conferencista Dr. Yanuario Ortiz Alonzo, el historiador y abogado Adolfo Góngora López, el ingeniero militar Abar Yerves y el que esto escribe, llevaron la representación del Espacio Cultural Peninsular Elly Marby Yerves a las instalaciones de la Escuela Normal Superior de Yucatán con el propósito de dictar una serie de conferencias a los futuros docentes que se forman en esa institución. Ante una nutrida concurrencia se habló acerca del origen de la vida, de la Independencia de Yucatán, de los buenos hábitos para lograr el éxito en cualquier profesión y de la importancia de la literatura en el aula.

Siendo la literatura una de las bellas artes, cuya principal característica es la expresión de la belleza por medio de la palabra, ésta juega un papel importantísimo no sólo en el aula sino en cualquier entorno social, ya que la literatura está constituida por los siguientes géneros: la didáctica, la poesía y la oratoria, siendo esta última el arte de persuadir, de convencer, de cautivar y de captar la atención del oyente por medio de la palabra, resulta entonces interesantísimo saber dominar esa parte de la literatura que nos permite hacer agradable nuestra exposición ante cualquier clase de público, consecuentemente el maestro que no sabe manejar esa parte tan importante de la literatura, difícilmente logrará que sus alumnos se interesen por la materia que imparte, lo que le impedirá despertar en ellos el razonamiento, el ingenio y la creatividad, ya que los alumnos no lograrán la facilidad de palabra para entablar una plática y se les dificultará desenvolverse ante la sociedad.

Por lo que respecta a la didáctica se dijo que ésta se basa en el arte de enseñar y respecto al otro género literario, que es la poesía, se dijo que ésta tiene por objeto deleitar con el placer de la estética.

Para concluir el tema de la oratoria se dijo que el éxito de todo buen orador está en lograr persuadir al oyente para que acepte o rechace alguna cosa, es requisito indispensable que el orador sea una persona preparada para que logre convencer mediante el uso de la inteligencia, con razonamientos que pongan en claro la conveniencia o inconveniencia de lo que se propone. Luego el fin de la oratoria es excitar los sentimientos o, lo que es lo mismo, convencer al oyente con el placer estético inherente.

Seguidamente, en forma clara y sencilla, se les explicó la manera en que pueden interpretar las obras literarias de vanguardia, en especial el surrealismo, que reviste un alto grado de dificultad para su comprensión.

Con lo que se dio por concluida tan interesante conferencia.

Un abrazo

Jorge Parra Zapata

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