Ante la contingencia sanitaria por el coronavirus, la Arquidiócesis de Yucatán decidió suspender, hasta nuevo aviso, las misas y cualquier otra celebración o asamblea, como las confesiones decanales, catecismo, las misiones y los viacrucis.
Los sacerdotes celebrarán diariamente la Sagrada Eucaristía pero lo harán en forma privada; la Arquidiócesis recomienda seguir las misas a través de las plataformas digitales y medios de comunicación públicos y privados pero hasta el momento no se han confirmado los horarios.
Asimismo se mantendrán las puertas abiertas de los templos para que los fieles que lo consideren puedan acudir a orar y a adorar al Santísimo Sacramento.
Los fieles ven con buenos ojos estas medidas, a pesar que muchos no saben cómo usar un dispositivo electrónico.
“Me parece una buena medida; hay mucho turista que viene a la catedral y no sabemos si el que está a mi lado está enfermo; estoy seguro que pronto va acabar la contingencia. Con ayuda de Dios saldremos adelante”, manifestó Antonio Pech.
“Hay que colaborar con las autoridades y la iglesia; nosotros los feligreses tenemos que hacer lo que nos indiquen, es por nuestro bien y el de los demás; veré la misa en la televisión local, porque no sé usar las nuevas tecnologías”, dijo Felipe Méndez.
“Me parece correcto; hay que evitar estar en el amontonamiento, es por salud; acostumbro venir a Catedral a escuchar la misa y hacer el viacrucis, pero como ya no se puede lo realizaré en mi casa con mi esposa”, mencionó Francisco Becerra.
“Es una buena medida, sobre todo en Catedral, donde viene mucha persona de fuera a dar gracias; espero que pase pronto la contingencia para que se realicen las actividades de Semana Santa, si no las realizaremos en casa”, afirmó Laura Tun.
Dos mujeres que pedían caridad en la catedral manifestaron que ha habido una reducción considerable de gente que acude al lugar, lo cual les ha afectado porque ellas viven de las monedas que los feligreses les regalan.
(Melly Manzanero)