Roldán Peniche Barrera
Hace unos días hablábamos de la expresión “caerle a trancazos” a una persona, no necesariamente con tranca; puede ser con un bastón o con los mismos puños. Más fácilmente: es darle una paliza.
El DRAE lo minimiza:
TRANCAZO s.m. Golpe dado con una tranca.
Ramos y Duarte no acepta “trancazo” pero sí “tranquiza”, cosa que viene a ser lo mismo:
Tranquiza (D.F.) s.f. Paliza.
Este autor toma la palabra como un “distritofederalismo” (en aquellos tiempos) cuando es bien sabido que se dice en otras partes del país, especialmente en nuestra península.
Veamos un ejemplo:
-Oye, X’Pelos, ¿supiste la noticia?
-¿Qué noticia Xlá-Marucha?
-Estás en la Luna, mujer. En la ciudad sólo se habla de eso.
-¿De qué…? ¡Dímelo!
-De que a Mirtillo (o Mirtilín) un abastecedor del Mercado Grande le “cayó a trancazos”.
-¿Y por qué?
-Que porque lo vio “feo” y eso no le gustó al otro.
-Pero es que el pobre de Mirtilillo está “bizco” y no pué ver de otro modo.
En eso se escuchan unas risotadas: ¡ja ja ja ja ja, je je je, ja ja ja ja jarajaaaayyyyy…! Y era el abogao burlándose.