El Instituto de Vivienda del Estado de Yucatán (IVEY) paga 64 mil 869 pesos por cada vivienda que se construye en el interior del estado, pero al final de la obra los alarifes sólo alcanzan 7,500 pesos, dijo ayer Eusebio Moo Tec, secretario general del Sindicato de Terraceros y Trabajadores de la Construcción en General.
Añadió que la mayor parte de los socios no pueden aspirar a un crédito de vivienda social porque no cotizan ni en el Seguro Social ni en el Infonavit, especialmente los que son de la tercera edad; muchos de ellos prefieren trasladarse a Mérida en busca de trabajo por la paga es mejor, ya que a la semana ganan poco más de mil 200 pesos, aunque se quedan a dormir en la capital para ahorrar y solventar las necesidades de su familia.
Indicó que son alrededor de cinco mil los socios de esa agrupación, entre alarifes y terraceros; sin embargo, ahora las obras públicas están semiparalizadas, sobre todo las del Infonavit, situación que los afecta bastante; esperan que pronto fluyan recursos que permitan reactivarla.
Dijo que solo las empresas privadas o grandes desarrolladores son los que están activos y los que pagan un poco más, aunque hay otras que después de ganar una licitación tienen que esperar hasta cuatro meses o más para recibir los recursos establecidos.
Señaló que en las últimas semanas pudo averiguar que a las empresas constructoras les pagan bien; como ejemplo, se refirió a las viviendas que se están levantando en el municipio de Teabo por 64 mil 869 pesos; sin embargo, los trabajadores sólo reciben entre siete mil y ocho mil pesos por cada casa, cuando deberían cobrar de 14 mil a 15 mil pesos por vivienda.
Pidió a las autoridades del IVEY, especialmente a su director Francisco Viñas Heredia, que proporcione el padrón de beneficiarios en cada municipio para verificar si esas viviendas realmente son para personas de escasos recursos, porque también se ha visto que esos pies de casas se dan a los allegados de los alcaldes.
(Víctor Lara Martínez)