El matemático francés Blas Pascal, además de pensador y considerable teólogo, no dudó en cuestionar el belicismo que animaba a los europeos que vivían en continuas guerras, y preguntaba:
–¿Puede haber algo más ridículo que la pretensión de que un hombre tenga derecho de matarme porque vivo en ese lado del río, y porque su príncipe tenga un pleito con el mío, aunque no lo conozca ni tenga nada contra él?
Antología del Chascarrillo
Segunda Epoca