Yucatán

Desde que el lunes pasado comenzó a operar la plataforma para el reemplacamiento en línea, el sistema informático del Ejecutivo estatal presenta una lentitud exasperante, lo que afecta todos los trámites.

Ayer el problema hizo crisis, lo mismo en las Ventanillas Únicas Estatales, en los Módulos USE e incluso en el Instituto de Seguridad Jurídica Patrimonial de Yucatán (Insejupy), pues no pocos usuarios se enfrascaron en agrias discusiones con las personas que los atienden.

El reportero estuvo en dos módulos USE: el de la colonia México y el de Plaza Fiesta y en ambos las colas eran enormes porque el sistema informático tardaba más de lo normal.

Un ejemplo: un tramitador que ocupó una de las dos ventanillas disponibles en la colonia México estuvo de 9 de la mañana a 12:40 del día, hasta que pudo completar todos sus asuntos.

Los turnos, cuando el ciudadano iba por uno o dos trámites, se tardaban en promedio de hora a hora y media. La molestia y el aburrimiento de los usuarios eran obvios. En el caso de la colonia México había, además, un agravante: en un espacio contiguo al módulo alguien barrenaba la pared y el ruido era inaguantable.

Una rápida encuesta entre los presentes arrojó lo siguiente: ante el elevado número de trámites y de usuarios ya es urgente duplicar la capacidad de atención de los módulos, sobre todo si se toma en cuenta que son fuentes de captación de recursos.

Otro punto: la centralización de la red informática del Ejecutivo puede que le reditúe un mejor control de las operaciones, pero también redunda en un servicio más lento, que se interpreta como una despreocupación del gobierno por los intereses y el tiempo de los contribuyentes.

Ayer, por ejemplo, después de llegar a la ventanilla, luego de hora y media, el ciudadano tenía que esperar unos quince minutos más en promedio porque la red tenía problemas para recibir y procesar la información y también para imprimir los recibos correspondientes.

Las servidoras públicas detrás de las ventanillas se esforzaban por explicar a las personas que no era su culpa que el sistema informático presentara serios inconvenientes, pero pocos lo entendían y dirigían su furia en contra de ellas.

—Puede Ud. llamar a la Agencia de Administración Fiscal de Yucatán para poner su queja, decían las empleadas.

—De nada sirve, les respondían.

Los que dejaron el módulo de la colonia México y se fueron al de Plaza Fiesta, con la esperanza de ser atendidos, se llevaron una nueva frustración: también allí los trámites fluían con dificultad.

—El problema se generalizó desde el lunes y no hay visos de que se vaya a resolver pronto, nos confió una empleada.

En síntesis, la mejora regulatoria del Ejecutivo estatal es maravillosa en el papel, pero problemática en los hechos.

(FMSN)