El 'García Rejón” llegó a ser el más antiguo mercado meridano

Roldán Peniche Barrera

De muchos años antes data el “García Rejón” que el “Lucas de Gálvez”. Claro que -sospechamos- habría otros mercados o plazuelas de carne y verduras en nuestra Mérida en los siglos coloniales pero muy poca información existe sobre ellos. El “García Rejón” fue conocido primeramente como “la placita” y con ese nombre lo describen los cronistas del siglo XIX. Ahí se vendía de todo lo comestible y no comestible. Recordamos que Manuel Barbachano (a) don Gil de las Calzas Verdes, cronista meridano de la primera mitad del XIX habla de las verduleras, las tortilleras y principalmente de aquellas mestizas que venían de los pueblos con sus grandes ollas llenas de pipián de venado, mondongo y otros guisos famosos yucatecos.

El cliente que deseara deleitar su paladar todo lo que hacía era agacharse frente a la mestiza con su gran olla y esperar ser servido. No había sillas ni mesas y se comía en rueda, de ahí que a los comederos se les conociera como los de los “agachados”. Por supuesto que los meridanos de clase media llevaban sus ollas y luego las transportaban a su hogar para comer más cómodamente. Pero el pueblo, el verdadero pueblo, había de agacharse para comer.

El lugar de la “placita” sigue siendo el mismo donde hoy ubica el “Bazar García Rejón” (donde siguen sirviendo comida pero ya no hay vendedoras de verduras, carne o frutas). La dirección es harto conocida: cruzamiento de las calles 60 y 65. Con los años le mudaron el nombre de “placita” por el de García Rejón, en honor al Sr. D. Antonio García Rejón, entonces honrado Jefe Político de Mérida (1844). Dice Montejo Baqueiro que en el interior del local “fue empotrada una placa que contenía con grandes caracteres el nombre de tan insigne ciudadano. Dicha placa fue costeada por otro no menos distinguido caballero, D. Manuel Dondé Cámara”. Curiosamente, muchos meridanos, a pesar de su nuevo nombre, continuaron llamando la “placita” al lugar, hasta su demolición en este siglo XX. Entonces construyeron el “Bazar García Rejón” que hoy conocemos. Su erección data del período de gobierno de don Agustín Franco Aguilar (1958-1964)