El pic, vector transmisor del Mal de Chagas, se adapta fácilmente a las zonas urbanas y, debido al crecimiento de la ciudad, ya no sólo se encuentra en la llamada selva baja de Yucatán sino que también es posible encontrarlo en Mérida en muchos de los fraccionamientos nuevos, como Las Américas, Ciudad Caucel y Los Héroes, pues son montes recién tumbados.
De acuerdo con especialistas, debiera ser considerado como emergencia sanitaria para entender la peligrosidad del virus, su vulnerabilidad y ponerla como una enfermedad crónico-degenerativa, ya que se trata de un padecimiento silencioso. Tras la picadura del pic, la infección avanzan y puede durar entre 5 y 20 años, es entonces que comienzan los síntomas y difícilmente se vinculan con esta enfermedad, porque la infección ocurrió hace muchos años.
Como afecta a las personas en su mayoría de clase baja, los sistemas de salud no la atienden. El tratamiento para los pacientes no es el adecuado porque se considera una enfermedad rara y las personas con este padecimiento sufren de estigma social. afirmó Alba Valdez Pah, becaria posdoctoral del Centro Peninsular en Humanidades y Ciencias Sociales (Cephcis) UNAM.
El virus de Chagas afecta principalmente sintomatologías crónicas en su mayoría relacionadas con el corazón y las cardiopatías; sin embargo, al llegar un enfermo al hospital usualmente los canalizan como resultado de un cuadro vascular derivado de enfermedades crónica degenerativas y no por una infección parasitaria.
Valdez Pah señaló que en Yucatán se han reportado poco más de mil casos oficiales; sin embargo, como es una enfermedad poco visibilizada no se trabaja en ella como se debería hacer, no hay estadísticas confiables de lo que realmente está ocurriendo e incluso no hay datos disponibles de cuántas personas mueren por esta enfermedad.
Con información de Melly Manzanero
Por Redacción Digital Por Esto!
HP