Desde 1945, primera vez que Pedro Infante estuvo en Mérida en la Plaza de Toros para actuar, se enamoró de la ciudad, de su gente y se volvió parte del pueblo que todavía lo recuerda por su sencillez, por su don de gente, por su generosidad, por sus aventuras en motocicleta, porque también aquí terminó sus horas de vuelo para ser piloto y hasta su trágica muerte en esta ciudad un 15 de abril de 1957.
Se casó en Mérida con Irma Dorantes e hizo de la casa ubicada en la Avenida Itzáes, hoy hotel, su morada. Fue uno de los fundadores del Motoclub de Mérida y era común verlo andar en su Harley Davidson. También aquí cumplió con las horas de vuelo requeridas para ser piloto. Se integró a una ciudad que ama la música y la gente lo adoptó.
Una de las personas que a nivel local ha documentado la vida de Pedro Infante es la señora Bekina Fernández, directora de la galería Amorcito Corazón, que se ubica en interior de la que fuera casa de Pedro Infante en la avenida Itzáes y en entrevista con POR ESTO! destacó que uno de los principales rasgos que hicieron que la gente en Mérida lo adoptara fue sin duda su sencillez, generosidad y su don de gente, sin distinciones.
“La gente lo veía como un amigo, como un meridano más y hay un sinfín de anécdotas que te muestran la generosidad del personaje, que era amplio de bolsillo y no le era extraño sacar su chequera y repartir dinero, pero desde luego lo que más es reconocido por la gente es que, a pesar de ser el ídolo del momento, el galán, nunca dejó de lado su sencillez”, comentó.
Bekina Fernández dijo que desde luego no se puede soslayar el que Pedro era un galán y hay también cientos de anécdotas que lo relacionan con diferentes mujeres, aunque muchas de ellas pueden ser, a estas alturas, un mito. Hoy no falta alguna mujer que diga que lo conoció, que paseo con él en moto o en avioneta, o que fue su novia, pero dijo que ese tipo de narraciones hoy es difícil comprobarlas.
Bekina Fernand dijo que hay episodios que muestran su arraigo a esta tierra y en esas fechas trajo a los dos hijos que tuvo con Luipita Torrentera, a su casa. Eran Luipta y Pedrito Infante Torrentera, quienes estuvieron en el lugar y hay constancia de ello.
Consideró que el 9 de abril de 1957 empezaba a tomar forma la tragedia pues la Suprema Corte de Justicia de la Nación decreta nulo su matrimonio con Irma Dorantes y entonces se lleva a sus dos hijos y se dedica a viajar y viajar, muchas veces a la Ciudad de México para tratar asuntos.
El 14 de abril llega por la noche a Mérida proveniente de Chetumal, duerme en su casa y temprano, al otro día, sale en su motocicleta hacia en aeropuerto para viajar a la Ciudad de México, pero no llegó.
El 15 de abril murió el ídolo de una nación, el que participó en más de 60 películas y desde 1943 grabó aproximadamente 314 canciones. Murió en la tierra que lo amó y lo recuerda hasta la fecha.
Con información de David Rico
Por Redacción Digital Por Esto!
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