Cuando el ex primer ministro de Gran Bretaña, Lloyd George, regresaba de un paseo con un amigo cayó la noche, había que encender los faros del vehículo; mientras su amigo encendía los delanteros, él bajó a prender los traseros; su amigo terminó primero y subió al carro pensando que él ya había hecho lo mismo y se puso en marcha abandonando al ministro, quien por más que gritó y corrió no lo alcanzó; emprendió la marcha hasta que vio una casona que creyó que sería un hotel y pidió alojamiento diciendo que era el Primer Ministro, y el conserje le respondió:
–Pasa, aquí ya tenemos a cuatro que también lo son.
Entonces se dio cuenta que no era hotel, sino un manicomio y como pudo salió corriendo perseguido por el conserje que lo perdió en la oscuridad.
Antología del Chascarrillo
Segunda Epoca