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Diez razones para darle las gracias a la abuelita Eloísa

La enfermera jubilada Eloísa Sanguino Farfán vive sola, pero cocina para la familia de su hija que vive cerca y, en circunstancias normales, la visitan continuamente sus dos pequeñas nietas.

Nada más que bajo la pandemia en que vivimos, no hay circunstancias normales, por eso nos dice:

–Por las normas de la sana distancia la comida la dejo afuera, en una mesita de la terraza. Las niñas (Alexa y Fernanda Medina Rivero) en esta contingencia han venido una sola vez o dos. Tal vez por eso, porque me extrañan y saben que yo siento lo mismo, se pusieron de acuerdo para entregarme una cartita en la que mencionan diez puntos o razones por las que me dan las gracias:

No. 1.- Por hacer la mejor comida.

–O sea, les cocino, hasta hoy sigo cocinando para ellos porque, aunque estoy acá sola, les cocino y les pongo la comida en una mesita de allá afuera, en la terraza, para que ellos la recojan. Hoy les guisé pan de cazón.

No. 2.- Por cuidarme siempre.

–Desde chiquitas, desde que nacieron, soy la única abuelita porque del otro lado no vive la abuelita.

No. 3.- Por escucharme siempre.

–Es que uno tiene que tener tiempo para ellos, porque por lo general los adultos siempre hablamos, hablamos, hablamos, y no los escuchamos. Uno tiene que tener equilibrio, hacerlos partícipes en algunas cosas, en algunas decisiones de la casa, por ejemplo, de las compras, sobre todo cuando se van a comprar algunas cosas nuevas.

No. 4.- Por consentirme mucho.

–Pues ya ve que somos los abuelos más consentidores, los papás no les dan permiso de algo, pero bajo el agua lo hacemos nosotros o les compramos cosas, como uno tiene su dinerito, entonces los consentimos. Y cuando nos dicen que vamos a ver una película, que vamos a jugar memoramas, está siempre dispuesta la abuela.

No. 5.- Por valorar las cosas pequeñas.

–Porque a veces se quejan los niños, y no se dan cuenta de lo principal, que las cosas pequeñas son valiosas. Como levantarse y ver una flor, oír el canto de los pájaros, regar las plantas, atender a los animalitos que son las mascotas. Ellas tienen dos perritos.

No. 6.- Por compartir tu sabiduría conmigo.

Esto me lo dicen sobre todo por la Biblia, porque les enseñamos los valores de la Biblia, de la Palabra de Dios. Es la base, lo fundamental.

No. 7.- Por tener siempre un rato para nosotras.

–Yo siempre saco tiempo para ellas, cuando voy a su casa o vienen a la mía, conversamos de muchos temas o si hay dudas, aclaramos. O también lo dirán porque jugamos.

No. 8.- Por enseñarme de la Palabra de Dios.

–Mi lectura de la Biblia, la oración, asistiendo a la iglesia, siendo activos, esto lo hacen también sus padres, porque son creyentes, yo nada más soy un apoyo en ese sentido.

No. 9.- Por ser tan generosa.

–Abuelita da, abuelita compra. Ahora a una le dije que si se terminaba sus libros le voy a dar un premio por cada uno que lea. Su mamá es muy puntual en eso, y les da las herramientas, eso están haciendo.

Como no salgo, después ella va a elegir su regalo por cada libro.

No. 10.- Por ser simplemente la mejor abuela del mundo.

–Pues es el juicio de ellas, ahora sí que no lo puedo decir yo, pero es una carta que me mandaron.

–Doña Eloísa, esta carta es un ejemplo muy hermoso que debieran seguir todos los nietos y todas las nietas, ya que tener una abuela es sin duda una bendición. Por otra parte, me asombra que les deje usted la comida afuera con tal de apegarse a las normas de la sana distancia; sin embargo, he visto que eso es algo que no todos entienden.

El ejemplo de Noé

–Pues deberían entenderlo, porque cuando Noé estaba haciendo la barca, ¿cuántos creyeron? Por eso Noé entró a la barca nada más con su familia y los demás perecieron en el diluvio, por no creer.

Yo todos los días, a las 7 de la noche, escucho a ese hombre: López-Gatell, y a las personas que llevan al programa para saber cómo conducirse y cómo apoyar a la gente. Es el momento de apoyarnos, de subsistir ante esto que va a pasar, es solamente tener paciencia. Yo con mis 81 años tengo deseos de vivir, de seguir viviendo, pero viviendo bien, con calidad de vida, porque con el Covid-19 se dañan un 10, un 25 o un 50 por ciento los pulmones.

Doña Eloísa nació en Cenotillo, estudió en la UADY y trabajó 30 años en el ISSSTE.

(Roberto López Méndez)

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