Productores de miel de Tahmek, Sahnacat y Hocabá, afectados por la sequía, demandan apoyos de los Gobiernos Federal y Estatal, tanto en especie como en créditos.
Claudio Canché, apicultor de Sanahcat, explicó que además de la sequía se ha incrementado la presencia del escarabajo, lo cual afecta cientos de colmenas.
Dijo que por la sequía no hay floración, de manera que la poca miel que producen las abejas es para su propio consumo; sin producto para comercializar no hay recursos.
En consecuencia, urge que el gobierno apoye con bultos de azúcar para alimentar las colmenas, en lo que caen las primeras lluvias, expresó Lauro Canché.
Por su parte, productores de miel de Tahmek y Xocchel informaron que ahí también se requieren apoyos federales y estatales, pero hasta el momento ninguno ha llegado.
Comentaron que a pesar del calor, ya está próxima la floración del “chaká”, que representa una esperanza para los apicultores.
Sobre el precio de la miel, por la escasez del dulce, llegó a 24 pesos el kilo en la zona Oriente, mientras que en Conkal se paga a 26 pesos el kilo.
Hace algunas semanas el precio del kilo de miel era de 19 pesos, ahora se cotiza en algunos lugares a 24 y hasta 26 pesos el kilo.
El apicultor Víctor Iván Che explicó que con la sequía, la producción de los mieleros es poca; uno con 100 colmenas a lo mucho cosecha un tambor de miel.
–El problema es que no hay lluvias, hay poca floración, recientemente concluyó la floración del jabín, ahora ya hay floración de tzalam y del chaká, ya vimos que tienen néctar pero es poco y le está sirviendo solamente a las abejas como alimento. En que terminó la floración del jabín las cosechas fueron muy bajas, casi no hay miel, indicó.
En cuanto a la presencia del escarabajo Aethina tumida dijo que sigue sin control y afecta a un buen número de colmenas de la zona de Tahmek, Hocabá y Sanahcat.
El escarabajo ova en los panales, donde brotan miles de larvas que se alimentan de la miel, se desplazan hasta la entrada de la colmena y a su paso dejan secreciones que fermentan la miel. Finalmente se dejan caer a la tierra, escarban 10 centímetros, sufren una metamorfosis y emergen como escarabajos, que suben de nuevo a la colmena y ovan de nuevo.
Si la colmena está fuerte, las abejas resisten al escarabajo, pero para que la colmena esté fuerte, las abejas deben estar bien alimentadas; en cambio, un panal débil sucumbe ante el escarabajo.
(José Manrique)