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VALLADOLID, Yucatán, 27 de abril.- El Lic. Armín Rivero Castillo, párroco de San Servacio, recordó el pasaje del Evangelio de los discípulos de Emaús, al expresar que le parece estar viviendo hoy como ellos “la hora cero de la vida”, que narra donde la depresión, la tristeza, la decepción, la desesperación, de una situación que viene mal, como los de Emaús.

Así como ellos, sorprendidos por la muerte de Jesús que no esperaban, todo parece venirse para abajo. El mundo y nosotros también, hoy somos sorprendidos por un visitante que no nos avisó, que no pidió permiso para entrar a nuestro mundo y nuestra vida: el Coronavirus, quien paraliza y no sabemos cómo librarnos de él.

Es la hora cero de nuestra vida, como cuando estamos viajando y nos toca ver nuestro camino. Encendemos luces altas, bajas, apagamos la luz y no podemos distinguir qué hay por delante, hay que caminar lentamente, con mucho cuidado y mucha paciencia, hasta empezar a mirar con claridad el camino.

Tal parece que todos los esfuerzos que hemos estado haciendo en nuestra vida, en nuestro mundo, por avanzar, por crecer, por salir adelante, caen en el vacío de la nada y sientes que el peso de la vida te va hundiendo y no encuentras cómo elevarte.

“El punto cero de la vida” va pasando poco a poco y se va convirtiendo en el punto de arranque para “la vida nueva que va a comenzar”, llena de auténtico entusiasmo, alegría, ilusión, esperanza y valentía.

Lo importante es caminar lento con confianza, seguros de que Jesucristo camina con nosotros, quizás hemos estado caminando en este momento de la vida como los discípulos de Emaús, vacíos y sin ilusiones, sin esperanza, sin futuro; pero Jesús camina con nosotros.

Finalizó diciendo que es el momento de dejar que Dios nos hable, nos instruya en la verdad completa, pidamos que la luz del espíritu y el fuego del corazón nos haga pedirle a Jesús: “quédate con nosotros, porque ya es tarde y pronto va a oscurecer”. Amén.

(Manuel Jesús Mena Novelo)

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