Aunque los supermercados implementaron medidas sanitarias e incluso algunos controlan el ingreso de la gente, los yucatecos siguen haciendo compras de pánico: este fin de semana varios negocios se quedaron sin pastas para sopas, azúcar, leche en polvo y cereales.
Además, en el caso de los establecimientos ubicados en Ciudad Caucel, también se quedaron sin cervezas debido a que la gente acudió en mayor medida por ese tipo de bebidas. Hubo tiendas en las que hasta los vinos y los whiskies de menor precio se vaciaron, como las del rumbo de la Macroplaza.
En casi todos los supermercados de Mérida, la entrada es controlada, de modo que sólo permanezcan dentro pocas personas. Si antes de la emergencia ir al súper tomaba una hora más o menos, ahora se tarda un poco más, porque, aparte, no hay “cerillitos” que embolsen la compra.
Las sucursales de Bodega Aurrerá, que son de las más concurridas, tienen personal de seguridad que verifica el número de personas que entran. Se les proporciona gel antibacterial y alcohol para desinfectar las manijas de los carritos. Hay gente que acude con guantes de látex.
Además de la falta de sopas, azúcar, servilletas y alcohol, en varios supermercados tampoco había carne de cerdo. Es como si la gente se hubiera abalanzado sobre ciertos productos luego de que aumentaron las medidas y el llamado a “quedarse en casa”.
Los cubrebocas
Y aunque ayer se dictó la medida de usar el cubrebocas cuando se acuda a lugares públicos, todavía hay personas que lo evitan, quizá por desconocer las medidas.
Por otra parte, ayer domingo el reportero hizo un recorrido por la mañana y no encontró ningún negocio de venta de cochinita en los lugares que son habituales. O estaban cerrados los negocios o no acudieron los “cochiniteros” a vender. Hubo un señor por la 42 Sur que avisó a sus clientes por WhatsApp que si querían el alimento lo podría enviar a domicilio.
Lo que sí encontramos abierto fueron dos negocios de venta de barbacoa, ambos en el Anillo Periférico, con suficiente clientela, pero más que nada en fila para llevar. Estos negocios han tenido mucho éxito entre los yucatecos; de hecho, hay uno en Periférico hacia la salida a Umán, al lado de una tienda de ladrillos, que si vas después de las 10 de la mañana ya no encuentras nada.
Pero por lo que toca a los cochiniteros, ayer bajó sensiblemente la venta. El Rastro municipal calcula una matanza de 600 cerdos en fin de semana, pero ayer simplemente no ocurrió así.
Las micheladas
Otras personas que tampoco fueron vistas son las que venden, por todos los rumbos de la ciudad, las micheladas. Hasta el pasado fin de semana encontrabas uno que otro por la calle. El cronista compró en Kanasín, por ejemplo, y eso que la venta de alcohol ahí no está permitida en las agencias.
Cabe comentar que los restaurantes siguen laborando con envíos a domicilio y los lugares de venta de comida, como un pollo estilo Sinaloa, se mantienen con elevada demanda de la gente que, al parecer, se queda más en sus casas.
(Rafael Gómez Chi)