Yucatán

Aeropuerto

Operaron menos de 20 vuelos en todo el día

A semejanza de la semana pasada, Aeroméxico, Magnicharter, American, Viva Aerobús e Interjet operaron ayer menos de 20 vuelos. Mayair, Aeromar y TAR no realizaron ningún vuelo. Cabe mencionar que Magnicharter tuvo un vuelo con destino a Cancún.

Por otra parte, continúan las cancelaciones. Ayer Angel Saúl Franco debió de viajar a las 8:25 horas en el vuelo 1101 de Aerobús con destino a la Ciudad de México, pero en el mostrador de la empresa le informaron que se había suspendido.

Angel Saúl intentaba retornar a la capital del país después de trabajar 4 meses en Mérida en tareas de remodelación y construcción, que se suspendieron por la contingencia sanitaria.

(Elena Gómez)

Ayer la terminal estuvo prácticamente desierta

A diferencia del lunes pasado, cuando aumentó ligeramente la afluencia de pasajeros, ayer la terminal estuvo prácticamente desierta.

Varios negocios siguen sin funcionar, en tanto que los taxis están varados en el estacionamiento.

La banqueta de la entrada del aeropuerto, que en un día normal se llena de automóviles, ayer estaba libre.

En la sala de espera hay suficiente lugar para elegir en donde sentarse; al único restaurante que “sobrevive” acuden pocas personas.

El módulo de turismo luce vacío desde hace más de una semana. Tampoco se han aparecido por la terminal elementos del Instituto Nacional de Migración.

En los baños ya no hay que hacer fila para usarlos.

A pesar de la escasez de pasajeros, el aeropuerto continúa con ciertas restricciones: por ejemplo, a la planta alta sólo pueden subir los que van a viajar.

Especial reconocimiento merecen los responsables de salud que continúan esforzándose en aplicar las medidas de prevención.

(Elena Gómez)

Aprueban uso de tapabocas

En calles, supermercados, expendios de alimentos y terminales de transporte la gente usa cubrebocas para evitar contagiarse del coronavirus.

En un sondeo en la terminal varios pasajeros estuvieron de acuerdo con esta medida.

Dulce María Vergara, de origen hidalguense, pero que vive desde hace varios años en Mérida, dijo estar de acuerdo con esta medida, pues debemos estar conscientes de que usándolo nos protegemos. Invitó a la gente a ponérselo.

Luis Antonio García considera que todos lo debemos usar porque de esa manera nos cuidamos y protegemos a nuestra familia.

Ebieser López señaló que en México hace falta cultura de la prevención, pues muchos mexicanos piensan que ellos no se van a contagiar. “Si tomáramos precauciones evitaríamos muchas enfermedades”, dijo.

Fernando Garduño opinó que está totalmente de acuerdo y que fue un gran acierto que los internos del Cereso de Mérida elaboren cubrebocas, pues están escasos; sugirió que en todas las terminales se regalen estos artículos para que todos los pasajeros se protejan, pues muchos por olvido no lo llevan.

Mencionó que él viajó a la Ciudad de México para despedirse de su abuela que está muy grave.

Daniel Zetina dijo estar totalmente de acuerdo, pues de esta forma evitamos contagiar o ser contagiados.

Xavier Cisneros, por el contrario, dijo no está de acuerdo, pues considera que los que lo deben portar son las personas que están enfermas.

(Elena Gómez)

Controladores de vuelo, piezas clave

La labor de un controlador de vuelo puede equipararse a la de un médico cirujano: ni uno ni otro pueden darse el lujo de cometer errores, pues tendrían repercusiones fatales.

Los controladores previenen colisiones entre aeronaves, tanto en el espacio como en la zona de maniobras. Los factores que pueden complicar su labor son el denso tránsito de aviones, cambios meteorológicos y otros imprevistos.

En el aeropuerto de Mérida hay hombres y mujeres que se dedican a esta actividad y se distribuyen en tres turnos durante las 24 horas del día.

Lejos de la mirada de los pasajeros, trabajan con esmero y dedicación. También están los jefes de operación que son los recorren las pistas en las que aterrizan los aviones para verificar que todo se encuentre en orden y no haya algún obstáculo que pueda causar un incidente cuando las aeronaves aterrizan o despegan.

Otros que ponen su granito de arena son los trabajadores de carga y descarga, quienes realizan un trabajo discreto, pero importante.

(Elena Gómez)