TIZIMIN, Yucatán, 8 de abril.- Sin querer acatar recomendaciones de las autoridades estatales y municipales, algunas financieras instaladas en la ciudad hacen estrategias engañosas para seguir intentando cobrar a sus acreedores, realizando sus trabajos “bajo el agua”.
Como se dio a conocer a través de las páginas del POR ESTO!, autoridades municipales (acompañadas de la Policía Municipal) clausuraron el pasado viernes y sábado diversas financieras debido a que continuaron con sus servicios, cuando el Gobernador del Estado había señalado que únicamente laborarían los comercios o tiendas indispensables.
Estas financieras incumplieron las indicaciones sanitarias que emitieron las autoridades municipales y estatales, y por esta situación fueron clausurados; sin embargo, se rumora que hay uno que otro que está trabajando “bajo el agua”, reuniéndose en casa de los gerentes de dichas financieras.
Han surgido comentarios de que empleados de la financiera Crédito Azteca se reúnen en un domicilio de la calle 44 entre 31 y 35 y continúan con su labor para cobrar a sus acreedores, de lo cual se percataron los vecinos por la cantidad de motos reunidas en la puerta.
El jurídico del Ayuntamiento, Orlando Ojeda Novelo, comentó que hasta el momento no se tiene reporte de alguna financiera que esté en esta situación, en caso de que se tenga conocimiento alguno, inmediatamente se acudirá a los domicilios donde realizan sus labores “bajo el agua” y se les exhortará a evitar esta conducta.
“En el caso de las tiendas Elektra y Coopel es diferente, ya que a lo que se refiere a la venta de artículos, está suspendida, y sólo está en operación dentro de sus instalaciones el giro Banco Azteca; ya se les pasó a visitar en reiteradas ocasiones para que se cumpla con los protocolos establecidos y se guarde la distancia considerable”, indicó el funcionario.
Se les pide a los ciudadanos que, si conocen o saben de alguna financiera que esté trabajando “bajo el agua”, que lo informe a las autoridades correspondientes para que tomen cartas en el asunto.
(Texto y fotos: Raquel Margarita Huerta)