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Yucatán

No disminuye movilidad de personas en mercados meridanos

Principalmente en el Lucas de Gálvez y el San Benito

Pese a la contingencia sanitaria y al imparable incremento en los contagios por COVID-19 en la capital yucateca, la necesidad de miles de personas por adquirir alimentos e insumos básicos para su vida diaria hace que los mercados Lucas de Gálvez y San Benito mantengan una activa movilidad en su interior y alrededores.

En un recorrido efectuado ayer por los reporteros de POR ESTO! en esos dos principales centros de abasto, se constató la gran cantidad de personas que acuden a comprar verduras, carnes, frutas, alimentos preparados, semillas, condimentos, comida para mascotas y demás productos que requieren para cubrir las necesidades básicas cotidianas de sus familias.

De igual manera se observó a personal del Ayuntamiento que vigila y controla las entradas autorizadas, ya que los accesos se restringieron desde hace varios días y se exige además a los usuarios y locatarios a que tengan cubrebocas y también a que se apliquen gel antibacterial.

Los alrededores

En los alrededores de los dos mercados también es notorio el movimiento por el funcionamiento de tiendas agropecuarias, bancos, algunos puestos de comida, venta de pollos rostizados y otros negocios de alimentos en general.

Agentes de la Policía Municipal a bordo de camionetas y patrullas realizan rondines por todo el sector para vigilar el orden y el cumplimiento de las disposiciones sanitarias dictadas por las autoridades federales, estatales y municipales.

Lo que sí resulta difícil en su cumplimiento es lo relativo a la sana distancia, ya que a pesar de las diversas e intensas campañas promocionales sobre el tema, mucha gente no la respeta y tanto al interior como al exterior de los mercados la cercanía de menos de un metro entre una a otra persona es algo generalizado.

Otros 12 mercados

Además del San Benito y Lucas de Gálvez, en todo el municipio operan 12 mercados más en los que la autoridad municipal ha dispuesto medidas restrictivas para evitar al máximo posibles contagios por COVID-19, condiciones que son supervisadas por unos 50 inspectores.

El subdirector de Mercados del Ayuntamiento, Fernando Aguiar Sierra, recordó que entre las disposiciones tomadas en esos centros de abasto está la cancelación de varias entradas para dejar sólo las principales y poder tener un mejor control de las personas que ingresan.

En el Lucas de Gálvez y San Benito, los dos mercados más grandes de la ciudad, existen filtros a la entrada para que sólo ingresen grupos de hasta 50 personas a fin de evitar amontonamientos al interior y con ello minimizar los riesgos de contagio.

Cuando algún usuario no lleva la mascarilla no se le permite su ingreso o en su caso los inspectores le entregan uno de esos elementos para que puedan hacerlo, además de ofrecerles información general sobre las condiciones que deben guardar con motivo de la contingencia sanitaria.

Extrema necesidad

El horario de los mercados también fue modificado, particularmente los cierres previstos para las tres de la tarde en los 14 mercados, en tanto que la apertura general es desde las tres de la mañana, aunque este horario de inicio de actividades sólo es utilizado en el Lucas de Gálvez y San Benito, por el tamaño de los mismos y el tipo de productos que se comercializan.

Vale la pena recordar que en días normales el movimiento en los mercados grandes era de aproximadamente 50 mil personas al día y ahora sólo se registra alrededor de un tercio, es decir, unas 17 mil o quizá hasta los 20 mil.

Para los dos grandes mercados del centro de la ciudad se han destinado entre 30 a 35 inspectores para verificar que las medidas dispuestas se cumplan a cabalidad, mientras que para los demás, que se ubican en barrios y la periferia alrededor de 14.

Aunque escaso, el ambulantaje se mantiene en algunos lugares, como se pudo observar con una pareja de personas adultas que sin duda, por extrema necesidad, buscaron un rincón entre los dos mercados para ofrecer flores de ornato cultivadas en el patio de su casa.

También se vio a una persona que discretamente se apostó a un costado del “Lucas de Gálvez” para vender una docena de papayas que llevó en una caja de plástico

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(Rafael Mis Cobá)

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