Que va de Izamal a Cancún
El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) adjudicará de manera directa el tramo 4 del Tren Maya a la empresa Ingenieros Civiles Asociados (ICA), consorcio que posee derechos sobre la autopista Kantunil-Cancún, que corre paralela al trazo de la vía férrea.
También anunció que para el tramo tres, que va de Calkiní a Izamal, resultó ganador el consorcio integrado por Construcciones Urales en convenio con GAMI Ingeniería e Instalaciones y Azvi, como informamos en su oportunidad.
En la conferencia mañanera de ayer, Rogelio Jiménez Pons informó que ICA construirá el cuarto tramo del Tren Maya, que correrá de Izamal a Cancún y que consta de 257 kilómetros, en tanto que Construcciones Urales, en convenio con GAMI Ingeniería e Instalaciones y Azvi, hará el tramo de Calkiní a Izamal, que consta de 172 kilómetros y que pasará por Mérida.
El cuarto tramo del Tren Maya tendrá tres estaciones: en Kantunil, Chichén Itzá y El Tinte, Holbox.
“El camino más fácil”
Jiménez Pons explicó que asignar de manera directa el tramo Izamal-Cancún a ICA es el “camino más fácil” porque la concesión de la carretera de cuota tiene algunos candados que prohíben al gobierno mexicano generar competencia con la empresa que detenta la concesión de la carretera, que en este caso es Ingenieros Civiles Asociados.
Mencionó que la asignación directa a ICA evitará que el Gobierno Federal tenga que sacar a la concesionaria de la carretera de cuota y meter a otra, lo que derivaría en una indemnización a Ingenieros Civiles Asociados en vista de los derechos que tienen sobre la carretera que conecta a Yucatán con Quintana Roo.
Como se recordará, el tramo uno que va de Palenque a Escárcega resultó ganador el consorcio liderado por Mota-Engil México en convenio con China Comunications Constructions Company, Grupo Cosh Eyasa y Gavil Ingeniería.
En el caso del tramo dos, que recorre de Escárcega hasta Calkiní, resultó ganador el consorcio integrado por Operadora Cicsa en convenio con FCC Construcción.
En los siguientes días se anunciarán los detalles técnicos y jurídicos de la adjudicación.
Deuda de 750 millones
de pesos
Por otra parte, Jiménez Pons dijo que cuando iniciaron los trabajos de investigación sobre los derechos de vía y cómo estaba esa situación en todo el trayecto, en los archivos de Ferrocarriles Nacionales y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes no había registro de muchas propiedades, eran virtualmente inexistente, o sea, “que se suponía que teníamos un derecho de vía, pero en los hechos no lo hay y sobre la marcha se fueron descubriendo que había muchas demandas que se habían ya perdido por parte del Gobierno Federal de gente que le habían tomado su terreno y nunca le pagaron esos derechos de vía”.
Añadió que ya se hizo un proceso, el cual lleva ya más de un año y desde hace tres semanas se empezaron a realizar los primeros pagos de una deuda histórica de litigios sobre derechos de vía que no se habían pagado. Suman alrededor de 750 millones de pesos.
Remarcó que “todavía nos faltan algunos, inclusive derechos de vías de carreteras, como es el caso allá en Carrillo Puerto, en Quintana Roo, donde todavía se deben juicios pasados sobre los derechos de vía que no fueron pagados. Entonces, estamos en ese proceso, liquidando lo que corresponde a gente”.
Acto de justicia
Añadió que se trata de un acto de justicia porque el primer efecto es resarcir un daño que se hizo hace mucho tiempo y restablecer un Estado de derecho.
–Lo que estamos buscando primero es asociarnos con los dueños de la tierra, con los dueños originales. Es una fórmula que queremos, de que ellos se queden, no le vamos a comprar a nadie, queremos que se queden y ellos tengan dos opciones para ganar ¿Cómo? A través de rentas o a través de participaciones. Esa es la primera parte, remarcó el titular de Fonatur.
–En todos los casos lo que queremos es capacitar a la gente, ya sea que actúen como propietarios, que estén capacitados para exigir sus derechos, saber qué deben pedir a cambio o como operadores, eso va a depender mucho de la naturaleza de los negocios que se estén generando, agregó.
–Pero en todos los casos, reitero que la intención del Tren Maya es involucrar a los dueños originarios de la tierra, a los vecinos y sobre todo a tener un proceso de muchos niveles donde puedan participar los locales y en este sentido es generar un mejor reparto de la riqueza, concluyó.
(José Manrique)