Yucatán

Andrés Puc Cuxim recorre la ciudad, pese a la contingencia sanitaria, con la esperanza de vender las hamacas que su esposa urde

TIZIMIN, Yucatán, 18 de mayo.- A pesar de la contingencia sanitaria que se vive en el Estado por el COVID-19, Andrés Puc Cuxim tiene que salir a vender para poder contar con ingresos para su hogar.

Esta persona, proveniente de Nabalam, recorre diversas calles de la ciudad con la esperanza de vender las hamacas que su esposa urde. En entrevista, comentó: “la situación ahora está muy difícil, yo me dedico al trabajo del campo, pero por la pandemia todo se paralizó.

“Mientras, tengo que salir a comercializar en diversos lugares para poder contar con ingresos para el hogar, mi esposa urde las hamacas y yo salgo a venderlas.

“Ahora nos apoyamos con la despensa que se nos entrega cada mes, pero mientras llega ese tiempo, uno tiene que salir a buscar para la comida, el pago de luz, agua, etc. Ahora el trabajo del campo está paralizado, no contamos con apoyos para el campo para salvar la cosecha.

“Unicamente son pérdidas, también mi familia y yo no contamos con apoyos de vivienda, hay familias en esa comunidad que cuenta con dos o tres apoyos de estos programas y nosotros no, por eso le dije a mi esposa que ya lo dejemos, mientras no nos falte para la comida estamos bien junto con nuestros tres hijos”, dijo.

Don Andrés acostumbra hacer sus ventas en esta “Ciudad de Reyes”, antes lo hacía en el mercado, pero las autoridades se volvieron más estrictas y no le permiten vender ahí, por lo que tiene que caminar calles, colonias, fraccionamientos para poder vender una o dos hamacas y poder tener para su camión de regreso a su casa y para los gastos de la comida.

(Raquel Margarita Huerta)