Aeroméxico fue la única empresa que operó ayer en Mérida y lo hizo con dos vuelos: uno que vino de la Ciudad de México y otro que partió a ese destino.
En consecuencia, la terminal lució desolada; solo había algunos taxistas y empleados de limpieza.
La terminal “revivió” durante un corto tiempo, cuando se documentaron los pasajeros que iban a viajar y cuando arribaron los viajeros prevenientes de la capital; luego volvió al silencio.
Los prestadores de servicios se retiraron temprano.
(Elena Gómez)