KIMBILA, Izamal, Yuc., 20 de mayo.- En estos tiempos los hogares yucatecos carecen de amor y respeto familiar, varios vecinos de esta comisaría que viven por el Cobay, ubicado sobre la calle 13, fueron testigos de cómo dejaron a don Alfonzo Uitz Llanos, de 72 años, después de recibir una severa golpiza por parte de sus hermanos cuando se encontraba en su rancho.
Los hechos se registraron en el Rancho Santa María, donde don Alfonzo Uitz Llanos, de 72 años, se encontraba trabajando; de repente, sus hermanos Prudencio y Mario, de 52 y 64 años, respectivamente, llegaron y agredieron al septuagenario, según relató.
De acuerdo con datos obtenidos, don Alfonzo se encontraba en su Rancho Santa María ubicado a 4 kilómetros al Poniente de esta comisaría izamaleña; don Alfonzo dijo que estaba trabajando y, de repente, “llegaron mis hermanos Prudencio y Mario y entraron al rancho y me empezaron a golpear, yo me trataba de defender pero no podía y, no contentos con que me daban puñetazos, tomaron maderas y me empezaron a golpear, luego se retiraron y yo vine a mi casa”.
En este pleito por la posesión de tierras, el más afectado fue don Alfonzo, ya que sufrió heridas en la cabeza, en el pómulo izquierdo y brazos; los hechos fueron reportados a las autoridades cuando don Alfonzo llegó a su casa, ubicada en la calle 13 cerca del Cobay.
Al lugar llegó el Comisario Carlos Alberto Can Uitz, quien tomó conocimiento de los hechos; también llegó la ambulancia 21-PC al mando del director de Protección Civil Pedro Pablo Lugo Ruiz y del paramédico Arcángel Gala, quien valoró a don Alfonzo. Asimismo, se apersonó la Policía Municipal al mando del Comandante Pérez, quien tomó datos de los hechos e indicó al afectado lo conducente.
Don Alfonzo fue trasladado al IMSS de la ciudad de Motul por su hijo Alfredo Uitz Uitz, de 42 años.
Se supo que las agresiones se derivaron por posesión de tierras, las cuales forman parte de una herencia de hace muchos años y que, al día de hoy, está en litigio.
Los hermanos del lesionado se escondieron en sus domicilios.
Esta lamentable situación de un pleito por herencia de tierras entre hermanos, revela que la familia carece de amor y respeto, dando un mal ejemplo para sus hijos y nietos, causando un rencor entre familiares que probablemente pudiera continuar de generación en generación.
(David Collí)