Ante el cierre de los mercados Lucas de Gálvez y San Benito, los puestos de frutas y verduras ubicados en barrios y colonias de Mérida registran un repunte en ventas, destacaron locatarios de zonas periféricas.
Tal es el caso de los fruteros de San Sebastián, quienes manifestaron que por el cierre de los centros de abasto van a comprar a otros puntos distribuidos por la ciudad, lo cual les ha beneficiado.
Demian Couoh, vendedor de verduras de Chuburná, comentó que su tía Mari, que vende rábano, calabaza y cilantro en el mercado Lucas de Gálvez, tomó la decisión de montar un puestecito en la entrada de la comisaría Sierra Papacal, donde vive, ante el cierre de los mercados antes mencionados.
Miguel Rodríguez, frutero del mercado de la colonia Alemán, manifestó que el cierre no le afecta porque la mayoría de los vendedores de frutas y verduras compran en la central de abastos; asimismo informó que los y las venteras de verduras que tienen familiares con transporte se han mudado provisionalmente al Tianguis Víctor Manuel Cervera Pacheco, ubicado a espaldas de la Casa del Pueblo, sobre la calle 48 entre 65 y 67.
El día de ayer se observó una mayor afluencia de personas, que aprovecharon para surtirse de frutas de temporada y de verduras para el guiso del día.
Doña Alicia Pech manifestó que era cliente frecuente del mercado Lucas de Gálvez, pero ha tenido que acudir a la Casa del Pueblo, donde consigue producto de buena calidad, a buen precio y con menos probabilidad de que estén infectados de COVID.
El aumento de venta es palpable a simple vista, lo mismo que la oferta de productos que llegaron de locatarios de los mercados.
José Batún, que trabaja como franelero, manifestó que ahora arriban al lugar más camionetas de carga con mercancía, por lo que rápidamente acuden los diableros, la descargan y reparten entre los venteros porque no hay suficiente espacio.
Entre los productos que más se venden, son: las naranjas dulces, toronjas, sandía, rábanos, cilantros, lechuga local y pepinos.
Durante el recorrido constatamos que los clientes acudían con su cubrebocas, pero no guardaban la sana distancia ni usaban gel antibacterial; en el sitio brillaron por su ausencia los elementos de la Policía Municipal.
(Melly Manzanero)