El inicio temprano de la lactancia, así como la alimentación exclusiva del seno materno durante los primeros seis meses de vida y complementaria hasta los dos años de edad, son factores de protección para los recién nacidos y conllevan múltiples beneficios para las madres e hijos.
Por ello, la Oficina de Representación Yucatán del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) emite recomendaciones para garantizar que esta alimentación no se vea afectada por alguna infección que pudiera padecer la madre.
El jefe de Prestaciones Médicas, Alonso Sansores Río, explicó que durante el puerperio o cuarentena, periodo inmediato después del parto y hasta los 35 a 40 días posteriores, es el tiempo en que el organismo de la madre se recupera físicamente; en este periodo se reduce la capacidad de respuesta del sistema inmunitario, por lo que si la madre sufre algún tipo de infección antes del parto, ésta se puede agudizar.
“Las embarazadas deben permanecer en casa y extremar las medidas de higiene y sana distancia; posterior al nacimiento del bebé, no debe ser la excepción y ambos deben permanecer en el hogar con todas las medidas de prevención”, explicó.
De acuerdo con investigaciones de la Organización Mundial de la Salud, no hay evidencia de transmisión del COVID-19 a través de la leche materna, por lo que se recomienda que la lactancia sea iniciada y mantenida aún en caso de infección sospechosa o confirmada, siempre que la madre esté en condiciones clínicas adecuadas para hacerlo y realice acciones de higiene extrema.
Las medidas de prevención para reducir el riesgo de transmisión del virus durante el contacto físico y la lactancia para madres sospechosas o confirmadas con COVID-19 son: lavado de manos al menos 20 segundos antes de tocar al bebé o antes de retirar la leche materna (extracción manual o en la bomba extractora); utilizar ropa limpia que sea exclusiva para amamantar y lavarla frecuentemente; usar cubre-bocas durante las tomas y evitar hablar o toser. Si tose o estornuda, cambiar el cubre-bocas inmediatamente y lavar las manos.
Sansores Río señaló que se debe considerar la posibilidad de solicitar la ayuda de alguien que esté saludable para apoyar a la mujer, que también deberá seguir todas las medidas de prevención, con énfasis en higiene de manos, y utilizar cubre-bocas.
El aislamiento en puerperio puede tener repercusiones en el aspecto físico, mental y social, por lo que se recomienda contar con el apoyo de una persona sana para el cuidado del binomio madre-hijo; no recibir visitas durante el periodo de aislamiento preventivo en domicilio, e implementar alternativas para mantener comunicación con familiares y amistades.
En caso de que la madre presente agravamiento de los síntomas, como dificultad respiratoria, opresión en el pecho y/o falta de aire, debe acudir inmediatamente a alguno de los hospitales reconvertidos del IMSS para atención a pacientes con COVID-19 en Mérida: el HGR No. 1 “Lic. Ignacio García Téllez” y el HGR No. 12 “Lic. Benito Juárez García”.
(Boletín)