El presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Michel Salum Francis, dijo que después de conocer la decisión negativa y electorera del Congreso del Estado en relación al préstamo de mil 700 millones de pesos que solicitó el Gobierno del Estado, considera que es el momento de que los yucatecos en unidad busquen la manera de reactivar la economía del Estado.
El empresario dijo a POR ESTO! que el CCE de Yucatán advirtió que con el rechazo del préstamo al Ejecutivo por parte de 11 diputados locales, la reactivación económica del Estado será más lenta, debido a que no se contará con los recursos solicitados, que serían para obras de infraestructura, las cuales dinamizarían la proveeduría de las empresas a través de los proyectos que realizaría el Estado.
Más complicado
El organismo lamenta la decisión de los legisladores yucatecos que votaron en contra del préstamo solicitado por el Gobierno del Estado, que no era para solventar el gasto corriente, sino para reactivar la economía de la Entidad, así como para agilizar la recuperación económica de cientos de empresas que desde hace más de 60 días están cerradas.
Con la aprobación del préstamo al Ejecutivo estatal la reactivación no sería inmediata, pero sí incentivaría la recuperación de muchos negocios en corto plazo, pero con la negación del Legislativo local esto será más tardado, apuntó.
“Ahora sin recursos en el gobierno para obras de infraestructura será más complicado, ya que no se podrán realizar compra de insumos, materiales ni crear los 30 mil empleos que se pretendían”.
A punto de quebrar
Salum Francis aseveró que ahora las cámaras empresariales, por petición de sus asociados, solicitarán al Gobierno del Estado que permita a los negocios abrir a partir del 1 de junio, porque no pueden seguir inactivos, debido a que están a punto de la quiebra y la posible pérdida de miles de empleos más.
“La petición de abrir los negocios, considerados no esenciales, será conforme a las normativas y cumpliendo las medidas sanitarias implementadas por las autoridades de salud, privilegiando siempre el bienestar de trabajadores y consumidores”, subrayó.
Michel Salum sostuvo que el préstamo solicitado por el Ejecutivo estatal no es un capricho de una persona o de un grupo, ni del sector empresarial, sino que es una demanda necesaria para que el Estado se reactive y la economía no se derrumbe ante la falta de productividad y empleos, que hasta la fecha se calcula son más de 50 mil plazas laborales cerradas por la contingencia.
A cerrar filas
Por su parte, el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción Delegación Yucatán, Ing. Raúl Aguilar Baqueiro, manifestó que en efecto la decisión emitida por los legisladores de negar el préstamo por mil 700 millones de pesos al Gobierno del Estado fue tomada con fines electorales o partidistas.
Sin embargo, lo más preocupante es que todos vamos a resentir los efectos adversos de esta decisión, por lo que hizo un llamado a cerrar filas para encontrar un mecanismo que permita inyectar recursos extraordinarios a ese y otros sectores de la producción y las herramientas para impulsar la reactivación económica, generar empleo y apoyar la economía familiar.
El industrial dijo que los problemas que estamos enfrentando a causa de la pandemia del COVID-19 siguen hoy en día y todos vamos a resentir los efectos de la decisión tomada por los legisladores.
Año perdido
Insistió en la necesidad de encontrar lo más pronto posible mecanismos para hacer llegar recursos a programas y proyectos de infraestructura con alta cobertura al interior de los 106 municipios de nuestro Estado, en caso contrario, podríamos concluir que para el sector de la construcción el 2020 es un año perdido.
“Lamento profundamente que no se haya podido dimensionar la magnitud de la crisis mundial y nacional que enfrentamos debido a la nula actividad turística, la baja en los precios del petróleo, la disminución de remesas y la reducción que han sufrido las participaciones federales para Estados y municipios”, dijo Aguilar Baqueiro.
También me preocupa que no se haya podido entender que el marco legal de nuestro Estado sólo permite un crédito a largo plazo para inversión pública “productiva”, que a nivel mundial se ha demostrado que es la forma más efectiva de reactivar una economía en crisis.
A pesar de que en el 2020 habrá menos recursos para infraestructura comparado con lo invertido en años anteriores, nosotros seguiremos contribuyendo para dar ideas y propuestas orientadas a mejorar la productividad del sector y la calidad de vida de los obreros que colaboran en ellas.
Reactivación segura
Por otra parte, dijo que los socios de la CMIC tienen la convicción de garantizar que los centros de trabajo sean lugares seguros para nuestros obreros y personal administrativo.
Por lo que no sólo se han acercado a la autoridad sanitaria, sino que trabaja en conjunto para iniciar la definición y elaboración de documentos en los que se describieran las medidas de prevención mínimas que se deben de cumplir en todos los centros de trabajo para poder reincorporarnos con el menor riesgo posible.
Inclusive se logró obtener la validación de un protocolo que definen con precisión cuáles son los procesos que deben llevarse a cabo y también las diferencias que existen en los mismos dada la naturaleza de la obra que esté en proceso.
Por lo que en estas semanas previas al reinicio de actividades estamos programando una serie de talleres intensivos de capacitación con los cuales buscamos que la mayor cantidad posible de empresas participen y aporten, a través de estos talleres, todas nuestras capacidades para construir una nueva cultura sanitaria preventiva en los centros laborales.
Esto con el objetivo de dotar de la máxima seguridad a los trabajadores de la industria de la construcción y su cadena de valor.
(Víctor Lara Martínez)