Luis Carlos Coto Mederos
Gertrudis Gómez de Avellaneda
Nació el 23 de marzo de 1814, en Camagüey, Cuba.
Destacada poeta camagüeyana representante del romanticismo cubano y de la novela antiesclavista. Defensora del papel de la mujer.
Vive gran parte de su vida en España y escribe y publica su obra en ese país sin alejarse jamás de sus raíces originales. Su obra literaria en general goza de una cubanía exquisita.
Falleció el 1 de febrero de 1873 en Madrid, España.
1044
Al partir
¡Perla del mar! ¡Estrella de Occidente!
¡Hermosa Cuba! tu brillante cielo
la noche cubre con su opaco velo,
como cubre el dolor mi triste frente.
¡Voy a partir!..... La chusma diligente
para arrancarme del nativo suelo
las velas iza y pronta a su desvelo
la brisa acude de tu zona ardiente.
¡Adiós patria feliz, Edén querido!
Doquier que el hado en su furor me impela,
tu dulce nombre halagará mi oído!
¡Adiós!.... ya cruje la turgente vela,
el ancla se alza, el buque estremecido
las olas corta y silencioso vuela.
1045
Las contradicciones
Imitación de Petrarca
No encuentro paz ni me conceden guerra;
de fuego devorado siento frío;
abrazo el mundo y quédome vacío;
me lanzo al cielo y préndeme la tierra.
Ni libre soy ni la prisión me encierra;
veo sin luz; sin voz hablar ansío;
temo sin esperar; sin placer río;
nada me da valor, nada me aterra.
Busco el peligro cuando auxilio imploro;
al sentirme morir me encuentro fuerte;
valiente pienso ser y débil lloro.
Cúmplase así mi extraordinaria suerte,
siempre a los pies de la verdad que adoro,
que no quiere mi vida, ni mi muerte.
1046
A las estrellas
Reina el silencio: fulgidas en tanto,
luces de paz, purísimas estrellas,
de la noche feliz lámparas bellas,
bordáis con oro su luctuoso manto.
Duerme el placer, mas vela mi quebranto,
y rompen el silencio mis querellas,
volviendo el eco, unísono con ellas,
de aves nocturnas el siniestro canto.
¡Estrellas, cuya luz modesta y pura
del mar duplica el azulado espejo!
Si a compasión os mueve la amargura
del intenso penar porque me quejo,
¿cómo para aclarar mi noche oscura
no tenéis ¡ay! ni un pálido reflejo.
1047
Al monumento del dos de mayo
Mármol que guardas inmortal memoria
De alta constancia, de virtud severa,
Yo te saludo por la vez primera,
Ardiendo en sed de libertad, de gloria.
La página más bella de su historia
Grabó en tu frente la nación Ibera,
Y en ti verá la gente venidera
Coronando a la muerte la victoria.
¡Ah, no te admire el universo en vano!
De la ambición el ímpetu sañudo
Quiebre en tu base su furor insano,
Y hable a los pueblos tu silencio mudo,
Y hable también al opresor tirano…
¡Monumento inmortal, yo te saludo!
1048
Al sol en un día de diciembre
Reina en el cielo ¡Sol! reina e inflama
Con tu almo fuego mi cansado pecho:
Sin luz, sin brío, comprimido, estrecho,
Un rayo anhela de tu ardiente llama.
A tu influjo feliz brote la grama;
El hielo caiga a tu fulgor deshecho;
¡Sal, del invierno rígido a despecho,
Rey de la esfera, sal, mi voz te llama!
De los dichosos campos do mi cuna
Recibió de tus rayos el tesoro,
Aléjame por siempre la fortuna:
Bajo otro cielo, en otra tierra lloro,
Donde la niebla abrúmame importuna…
¡Sal rompiéndola, Sol, que yo te imploro!
1049
A Washington
No en lo pasado a tu virtud modelo,
ni copia al porvenir dar la historia,
ni el laurel inmortal de tu victoria
marchitarán los signos en su vuelo.
Si con rasgos de sangre guarda el suelo
del coloso del Sena la memoria,
cual astro puro brillará tu gloria,
nunca empañada por oscuro velo.
Mientras la fama las virtudes cuente
del héroe ilustre que cadenas lima
y la cerviz de los tiranos doma,
alza gozosa, América, tu frente,
que al Cincinato que formó tu clima
le admira el mundo, y te lo envidia Roma.