¡Bomba!
En las flores de tu hipil
y el bordado del fustán,
se guardan las tradiciones
¡De mi lindo Yucatán!
El hipil que todos conocemos y admiramos ha tenido modificaciones a través del tiempo. Durante muchos años se creyó que esa prenda había sido introducida en América por los españoles. Sin embargo, ahora se sabe con certeza que es de origen prehispánico, como lo evidencia la iconografía maya en códices, estelas, vasos y figuras femeninas.
La investigadora de patrimonio cultural Silvia Terán Contreras subraya que esta prenda se conocía entre los mayas como “kub”, pero luego comenzaron a llamarle huipil por la influencia de otras regiones de México, específicamente del nombre náhuatl “huipilli”, si bien los nativos pronuncian hipil.
Antiguamente en la época prehispánica las mujeres mayormente se lo quitaban por el calor y se quedaban con el enredo o “pik”, lo que conocemos como fustán; el hipil sólo se lo ponían cuando había fresco y para fiestas; por esa razón ahora se reconoce que en la fiesta de los pueblos desempolvan su hipil o terno para lucirlo en la vaquería.
Bordado
Indicó que en la época prehispánica, la tela se hacía tejida en el telar de cintura; los dibujos que hacían se les llamaba brocado. También había bordado, porque en el cenote de Chichén Itzá, que se dragó en los años 30 del siglo pasado, entre las cosas que sacaron encontraron tela carbonizada y ahí se ve que había bordado aparte del brocado conocido como bordado de mano o punto de satín.
Cuando llegaron los españoles, les impusieron como tributo a los pueblos mayas entregar mensualmente metros de tela lisa de algodón que mandaban a la capital de la Nueva España o bien a España; por tres siglos las mujeres tuvieron que hacer rollos de tela borrando de su mente el brocado y comenzaron a adornar sus hipiles con hilo bordado con aguja.
Modas
Cuando llegaron los españoles solamente las indígenas mayas usaban hipil; las mestizas, las hijas de indio con español, usaban terno, porque era indicador de un nivel social por encima de las indígenas; las españolas o criollas usaban la moda de España.
Mucho tiempo después, en el siglo XIX, el terno comenzó a usarse con crinolinas; hace poco más de cuarenta años el hipil se modificó en un mini-hipil porque en ese entonces estaban de moda las minifaldas; asimismo en Kimbilá comenzaron a hacerle aberturas en la parte de debajo de los costados para que el hipil asemejara un vestido occidental; también modificaron el cuello cuadrado por otro de pico.
Cuando se pensó que el hipil no podría tener otro cambio, surgieron las blusas estilo hipil que revivió esta vestimenta y fue bien aceptada por la sociedad en la que vivimos.
El mismo caso sucedió con los colores del bordado; primero se usaban los rojos verdes y posteriormente le integraron tonos pastel y cuando se necesitaba un hipil de colores sobrios se introdujeron los colores grises y vino.
El tamaño también ha variado, así como el ancho.
Las puntadas
En Yucatán se manejan varios tipos de puntadas pero los que más destacan son el hilo contado que es apreciado en todos lados y el “xmanicté” que es una puntada de origen prehispánico que gracias al interés de las tejedoras se ha ido proliferando su producción en todo el Estado.
Bordado
Los mayas lucían las grecas, los bordados geométricos, imitando los rombos de la piel de la víbora de cascabel en diferentes formas y colores.
Pero con el paso del tiempo las flores fueron las que predominaron porque eran muy solicitadas por las señoras de las ciudades y se fue imponiendo como diseño.
En el caso de los niños se acostumbraba que los nenes barones muy chiquitos les ponían hipil con figuras de venaditos, gallos, caballitos y a las niñas le ponían flores.
Materiales
En el siglo XIX se acostumbraba bordar al hilo porque no había canevá; el hilo contado se hacía sobre la tela contando los hilos se hacían crucecitas en la misma tela; cuando el canevá se comenzó a utilizar surgieron flores más grandes y el proceso de producción fue más rápido porque solo pintaban con plumón los dibujos y posteriormente se bordaba.
A mediados de siglo pasado se comenzaban a introducir las máquinas de coser y poco a poco las máquinas han estado desplazando al bordado de manos, ahorita no hay tanto bordado de mano, lo cual hace que estos sean más cotizados y con costos elevados, concluyó nuestra entrevistada.
(Melly Manzanero)