Yucatán

'Ley Seca” arrojó saldo claramente negativo

Muertos, intoxicados, robos, violencia…

La “Ley Seca”, que concluye este domingo 31 de mayo luego de 52 días de prohibición, dejó como saldo 20 personas muertas, 18 por consumir alcohol adulterado y dos por ingerir gel antibacterial con refresco, además de ganancias para decenas de expendios clandestinos por toda la geografía estatal.

El Gobernador Mauricio Vila Dosal implementó en Yucatán dicha ley desde el pasado 10 de abril como medida para evitar la violencia doméstica, especialmente contra las mujeres y el abuso de niñas y niños, debido al aislamiento social por la pandemia del coronavirus.

Sin embargo, la aplicación de esta medida pareció traer consecuencias mucho más nocivas que benéficas, pues en este lapso se reportaron dos feminicidios y 20 personas fallecidas, de las cuales 18 fueron por ingerir alcohol adulterado, producto que compraron de forma clandestina.

Fallecieron personas de Acanceh, Mérida y Progreso que consumieron alcohol adulterado. Dos más murieron por mezclar gel antibacterial con refresco de cola.

Cuestionamiento

Hace unos días, la diputada de Movimiento Ciudadano, Silvia López Escoffié, cuestionó en la tribuna del Congreso del Estado la “Ley Seca” que se aplica actualmente en Yucatán debido a sus repercusiones en la actual pandemia.

Además de las muertes se habla hasta de 40 personas detenidas por expender bebidas embriagantes en forma clandestina. Pero aquí cabe hacer un paréntesis, varias de esas personas fueron detenidas por la autoridad al ser descubiertas transportando las bebidas, cosa que no sanciona la “Ley Seca”.

Es decir, la ley no sanciona a quien transporte bebidas embriagantes, por muchas que éstas sean, sino el comercio, el cual debe comprobarse de manera fehaciente, es decir, que la autoridad atrape “in situ” al comprador y al vendedor. En este caso, ocurre como con la prostitución, pues para que se configure la policía tiene que hallar en pleno acto sexual a la pareja y, además, intercambiando el dinero.

López Escoffié denunció que la “Ley Seca” ha causado casi una veintena de muertes, detenidos, intoxicaciones y una gran suma de quejas. Dijo que las víctimas llegan al hospital en estado crítico, con náuseas, vómito, visión borrosa, ceguera y, en algunos casos, con crisis convulsivas que los llevan a la muerte.

Ganancias inmorales

Además, aumentó la venta clandestina con precios verdaderamente por las nubes. Una lata de cerveza que vale 13 pesos en la agencia la vendieron en un promedio de 40 pesos. Los llamados “misiles”, que valen 26 pesos, los comercializaron hasta en 120 pesos. Y ni hablar de una botella de whisky de 600 pesos a mil 500 pesos.

Muchos de esos clandestinos fueron propietarios de agencias cerradas por la emergencia que abusaron de sus clientes sin el más mínimo recato. Todo estuvo medido por la ambición de ganarse unos pesos. Y en este último fin de semana los expendios ilegales tratarán de hacer su último agosto.

A ello hay que añadir la ola de robos a las agencias en varios municipios incluyendo Mérida, así como el contrabando de alcohol traído de otros Estados y de ahí la excusa de los elevados precios.

“En Yucatán existen puntos de venta clandestinos que no controlan las materias primas con las que se elaboran estas bebidas alcohólicas, problema que se ha presentado desde hace varios años y que ha generado la muerte de personas”, denunció la diputada.

Factor determinante

Aseguró que el alcohol es un factor determinante que incide en la vida de muchas personas y, cuando no lo consumen, propicia un crecimiento de la ansiedad y el estrés, irritabilidad, posibles reacciones violentas, ideas suicidas y desesperación.

Advirtió que, ante la aplicación de la “Ley Seca”, se puede llegar a producir incluso un efecto de abstinencia en las personas, lo cual puede generar un aumento en los índices de violencia familiar.

“La Ley Seca, además los impactos por la restricción de la venta de alcohol, deriva en pérdidas de miles de millones de pesos cada mes. Esta medida afecta el recaudo derivado de los impuestos a licores y cervezas, lo que significa que la Federación dejaría de recibir un estimado de 5 mil millones de pesos en un mes y que son indispensables para enfrentar la contingencia y apoyar a los Estados”, dijo.

Finalmente, quizá el punto más curioso y contradictorio de la “Ley Seca” fue que mucha gente siempre tuvo bebidas embriagantes a la mano, ya sea cerveza o licores, pero como muchos comentaron al cronista: “Lo que encabrona es que te digan que no hay, que no lo puedes comprar”.

(Rafael Gómez Chi)