TIZIMIN, Yucatán, 28 de mayo.- Numerosos productores han dejado el campo durante esta contingencia, ya que no cuentan con los recursos para hacer producir la tierra y se las ingenian para obtener los recursos necesarios para sobrevivir con sus familias.
Edilberto Uscanga es claro ejemplo de ellos compartiendo que ante la falta de recursos dejó su parcela que tiene cerca de Colonia Yucatán donde cosechaba frutas y verduras y ahora tuvo que comprar sandías para revenderlas a 6 pesos el kilogramo, ya que sólo de esta manera puede obtener la comida del día para su familia.
Señaló que la situación es grave porque como él numerosos campesinos dejan sus tierras a la deriva, se acaba el desarrollo del campo en la región y por ende los alimentos que se acostumbraban producir en ella.
Reveló que por eso se hacen caros en algunas ocasiones porque ahora se tienen que comprar al exterior del Estado para volver a comercializarlos.
Por lo cual solicitó que las autoridades correspondientes y entre sus planes de normalización también consideren al campo yucateco y lo reactiven.
Mencionó que esta pandemia va para largo y sólo nos queda buscar a Dios, no a nuestra manera, ni a la que nos han enseñado nuestros padres, sino como los manuales; reflexionando en que si no sigues correctamente las instrucciones de un aparato puede echarse a perder o no funcionar, por ello recomendó centrar nuestras vidas en lo que dice la Sagrada Biblia: “El nos dejó su palabra y con ella debemos regir nuestras vidas, hágase tu voluntad”, finalizó con la esperanza de que el Creador los apoye en reavivar la actividad agrícola tocando el corazón de las autoridades en turno y dándoles la posibilidad de gestionar recursos destinados para esta actividad laboral.
(Texto y foto: Luis Manuel Pech Sánchez)