Yucatán

La capilla estilo gótico dedicada a San Juan Bautista y edificada hace ya un siglo en Xcunyá, comisaría de Mérida, llama la atención de propios y extraños.

Julio Caamal Couoh y su esposa María Leonisa Cauich Moo nos cuentan la historia de este inmueble, ella  fue encargada de dicho templo  durante 13 años.

“Yo visitaba a una señora que se llamaba doña Cecilia Moo, quien murió a los 103 años de edad; ella me contaba la historia de la hacienda de la que era dueño don Antonio Carbajal; era un joven como de 25 años, pero era el menor de los hijos; sus hermanas Teresita y Conchita eran más grandes que él; sin embargo, a él le habían dejado toda la herencia y la gente del pueblo lo llamaba ‘el niño Antonio’; este hombre era padrino de bautizo de la señora Celia, según me decía”.

“Un día, el niño Antonio les dijo que iría a la Ciudad de México para comprar los relojes que adornarían esta majestuosa construcción religiosa, mas nunca regresó. Él se fue a México para comprar cuatro relojes y ponerlos en los huecos, pero nunca regresó, porque lo mataron; entonces, doña Conchita fue la que veía a los trabajadores, ella se entendía con la gente; si alguien se enfermaba lo ayudaba; si no era grave, los llevaba a la casa principal donde había cuartos, pero si era cosa grande, lo llevaban a Mérida; era una familia muy querida”.

El tiempo terminaría por afectar este inmueble, pues por las filtraciones el techo amenazaba con caerse, hasta que los habitantes de esta comunidad se ocuparon de su rescate.

“El techo se estaba cayendo, los tablones, las ventanas estaban por doquier en las calles, los fuertes vientos los habían desprendido”, refiere doña María Leonisa; don Julio interviene y cuenta cómo se llevó a cabo la reconstrucción:

“En el 2002 el Ayuntamiento de Mérida dio toda la pintura; mi esposa anduvo viendo con el gobierno y la gente también se unió; yo tengo la lista; fueron 95 mil pesos de la reconstrucción antes de que se devaluara el peso, y la capilla quedó como nueva; la alcanzamos a rescatar porque adentro no es techo, es cielo raso, porque encima lleva puros polines y láminas, pero esta iglesia con su estilo gótico llama la atención de mucha gente que viene en bicicleta a pasear y aquí se detienen un rato y la ven, les gusta mucho”, expresa don Julio.

También tuvo que ver la ayuda de muchos sacerdotes que oficiaban misa ahí, señala este matrimonio.

“Antes pertenecíamos a Progreso, pero ahora a Cordemex, y aquí han habido muchos sacerdotes que han tenido siempre la buena disposición de ayudar, por eso que es que ahora contamos con una capilla muy bonita con estilo gótico, que estuvo de fiesta porque el 8 de diciembre pasado cumplió el primer siglo”, señalaron nuestros entrevistados.

Por José Luis Díaz Pérez